Pedro Herranz, traumatólogo: «En verano vemos algún caso de niños con picaduras de víbora»

Carme D. Prol / S. F.

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Con la llegada del buen tiempo los menores realizan actividades al aire libre que pueden provocar desde golpes banales hasta fisuras

14 jun 2021 . Actualizado a las 16:44 h.

Pedro Herranz, jefe de la unidad de traumatología infantil del Chuac (A Coruña), explica cuáles son las lesiones más habituales para los niños en verano y con qué actividades debemos de tener más cuidado, para prevenirlas.

1. ¿Cuáles son las lesiones más comunes en los niños?

Suelen venir a urgencias por golpes banales, pequeñas contusiones, distensiones ligamentosas o pequeñas fisuras motivadas por caídas casuales que se producen en el sitio donde están jugando. Las fracturas más habituales son en el brazo, especialmente en la muñeca porque es en donde se apoyan cuando tienen una caída. Encontramos que estas fracturas se duplican o incluso triplican en época de vacaciones escolares.

2. Y en verano, ¿se producen otro tipo de accidentes?

En verano, aparecen los accidentes acuáticos o los que se producen en la playa, como cortes en los pies por ir descalzos. Después, hay un tema muy temible que son los adolescentes que hacen zambullidas de cabeza y se golpean en la arena o en una piscina poco profunda. También son típicas las celebraciones en las que se utilizan castillos hinchables en los que puede haber accidentes como que a un niño le caiga encima otro o que los saltos los lancen fuera del castillo y que, por ejemplo, rompan el codo. A veces, encontramos a niños con picaduras de animales como reptiles o víboras.

3. Sobre las picaduras de víboras, ¿cómo se tratan?

Requieren un tratamiento específico, sin embargo, no es el accidente más habitual.

4. Cuando un niño se da un golpe, ¿qué señales pueden indicar que necesita de atención médica?

Si la lesión es banal, a las pocas horas se resuelve aplicando un gel local o un poco de frío y en cuanto pasan cinco o diez minutos, la movilidad vuelve. El problema es cuando pasa más tiempo. Cualquier traumatismo en el que la impotencia funciona, es decir, que no se mueva y dure más de una o dos horas, requiere una atención especial. Cuando se trata de una fractura, no suelen necesitar fisioterapia después.

5. Es habitual ver a niños en bicicleta, patinete o skate. ¿Se están tomando las medidas de protección adecuadas, como el uso de casco?

La población está bastante sensibilizada pero con frecuencia vienen traumatismos craneoencefálicos por no utilizar el casco. Hay que tener en cuenta que la cabeza del niño va cambiando y el casco hay que adaptarlo para que cumpla su función. Tiene que estar bien ajustado y bien colocado. Igual que hay que ir cambiando los zapatos por el tamaño del pie, del mismo modo se debe cambiar el casco, especialmente en edad pediátrica.

6. ¿Habéis detectado alguna patología a raíz del abuso de videojuegos?

El tema más comprometido es el de la adicción. Desde el punto de vista del aparato locomotor sí que se ven con cierta frecuencia tendinitis en la mano, sobre todo en el pulgar por estar con máquinas de videojuegos durante demasiado tiempo. Además, estos niños presentan con frecuencia cansancio o dolor en las manos. Los padres deben controlar el tiempo que pasan sus hijos con estos juegos. Que un niño prefiera quedar en su casa jugando de forma individual o con amigos online es una lacra social. 

7. Las fracturas que sufren los niños, ¿pueden dejar secuelas?

Sí, las que suelen dejar secuelas son las que afectan a las articulaciones, en las que se rompe el cartílago articular o las que rompen el cartílago de crecimiento.