Alejandra Rodríguez Arranz, abogada y mediadora: «Si hay niños de por medio, estás condenado a entenderte con tu ex»

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ANGEL MANSO

La abogada señala que lo ideal sería no tomar las decisiones justo en el momento de la separación y darse un tiempo para pensar en frío, sin embargo, asegura que no es posible. «A diferencia de una sentencia, con la mediación ganan las dos partes, son acuerdos hechos a la carta», indica

25 mar 2021 . Actualizado a las 19:14 h.

Lleva más de 15 años viendo cómo parejas deciden emprender caminos separados, y Alejandra Rodríguez Arranz, abogada especialista en derecho de familia y mediadora, señala que los divorcios con niños de por medio suelen ser los más complicados. «Muchas veces los cónyuges, por la carga emocional de ese momento, no son capaces de anteponer los intereses de los niños», apunta la letrada, que apuesta por la mediación como vía para solucionar los procesos de familia.

-Estos días estamos viendo lo que es un divorcio no amistoso. ¿Esto es evitable?

-Es reconducible más que evitable. Cuando una pareja decide separarse y no hay acuerdo, no hay acuerdo, pero puedes reconducirlo, a través de la mediación, entre abogados... pero tú no puedes evitar que una pareja se separe por las malas.

-En un divorcio muy conflictivo, ¿de qué manera puede beneficiar la mediación?

-Brindando a las partes un espacio de diálogo distinto, que muchas veces no se produce tras la separación. Les ofreces la posibilidad de sentarse a hablar sin reproches; hay una regla: no se permiten las faltas de respeto, los insultos... Hay veces que las partes no quieren ni sentarse juntas, y sin embargo, acceden a la mediación. En ese caso son sesiones individuales, pero lo ideal es hacerlas juntos. A través de una serie de técnicas que estudiamos, se les guía en el proceso de intentar alcanzar un acuerdo, no siempre se consigue, pero se ha iniciado la comunicación de otra manera. Han tenido la oportunidad de escuchar a la otra parte, no para contestar, sino para entender. Lo primero que nos enseñan en mediación es a distinguir los intereses y las posiciones. Es el ejemplo de la naranja: los dos la quieren, pero ¿para qué? Al final te das cuenta de que uno quiere los gajos para hacer zumo y otro la monda para hacer un bizcocho. Es llegar a ese punto.

-¿El momento de mayor tensión es justo al separarse?

-Depende de cómo se gestione la separación, y también si hay niños o bienes en común, que son los dos puntos más conflictivos. Si se gestiona mal desde el principio, es posible que no vaya a mejor, sino todo lo contrario, se enquista y se hace más difícil. Si hay niños, estás condenado a entenderte con tu expareja; no son un piso que lo vendes y se acabó. Va a haber muchos puntos de desacuerdo a lo largo de los años (elección del colegio, universidad, un tatuaje, si puede hacer la comunión..) que si no se establecen unas bases de comunicación desde el primer momento, son mucho más difíciles de reconducir.

-¿Cuál es el error más habitual al separarse?

-Es que siendo algo tan emocional, no puedes pensar en frío. Un día en una ponencia dijeron: ‘Lo ideal en los procesos de familia sería poder dejar a los cónyuges en barbecho un año'. Es cierto, lo ideal sería poder tener un tiempo para que se tranquilicen, se relajen, pasen el duelo y lo vean con perspectiva... pero no se puede. Cuando hay niños no puedes estar pensando un año: ¿qué vamos a hacer? ¿Custodia exclusiva? ¿Compartida? Y ese es el problema, que las decisiones hay que tomarlas en caliente, y muchas veces te dejas llevar por unos sentimientos que no tienen nada que ver con los niños, que son problemas de pareja, pero que hacen que las cosas se compliquen.

-¿Todos los divorcios no amistosos pueden enfocarse desde la mediación?

-Sí, siempre se puede intentar. Pero no solo los no amistosos, yo he tenido divorcios de parejas que se llevan bien y que no consiguen llegar a un acuerdo respecto a alguna cuestión concreta sobre los hijos, por ejemplo. Y en vez de dejarlo al arbitrio del juez, acuden a la mediación para buscar esa ayuda hasta conseguir llegar a un acuerdo que satisfaga a las dos partes, porque el juez no va a entrar al detalle. Nosotros tuvimos una mediación en la que el niño tenía problemas dentales, y se estableció que había que hacer mucho hincapié en la limpieza de los dientes. Se especificó hasta que el niño solo podía tomar azúcar una vez a la semana. Esas cosas el juez no las va a hacer. La mediación se adapta a la vida de los cónyuges y de los niños, sus costumbres, sus horarios y demás, algo que en un juzgado no se va a tener tan en cuenta.

-¿Hay algún supuesto en el que no se pueda mediar?

-Sí, existe un caso en el que la mediación está prohibida por ley. Cuando existe un procedimiento por violencia de género.

-¿Hay gente que parte de polos muy opuestos y que terminan, no yendo a tomar café, pero casi? ¿Se reconduce esa relación personal?

-Sí, incluso en casos en los que no se llega a un acuerdo en mediación, hay esa mejoría en la relación, en la comunicación. Y cuando hay acuerdo mucho más. Si eres capaz en el peor momento, con una separación reciente, sentimientos encontrados, de llegar a un acuerdo sobre los niños, bienes y pensiones, ¿cómo no vas a ser capaz el día de mañana de decirle: ‘La niña quiere ir a esta actividad o a pasar una semana a casa de su amiguita'?

-¿Los peores divorcios son aquellos en los que hay niños de por medio?

-Sí.

-En estos casos, ¿los intereses de los niños no siempre son los primeros?

-En más casos de los que deberían. No debería haber ninguno así. Muchas veces los cónyuges, por esa carga emocional que conlleva un divorcio, no son capaces de anteponer los intereses de los niños.

-¿Es frecuente que una de las dos partes, una vez que se produce el divorcio, propicie que los menores corten vínculos con la otra parte?

-A veces pasa. Ahí tenemos que intervenir, no solo como mediadores, sino como abogados.

-Es muy complicado.

-Sí, y a veces se pierde de vista que lo que tiene que primar es el interés del menor, que no es más que estar con su padre y con su madre. Un niño que vive todos los días con los dos, de repente se encuentra con esto. Sus padres han decidido separarse sin consultárselo, porque es una decisión que tomamos los mayores y los que la sufren son los niños. Estadísticamente la custodia, si es exclusiva, es más probable que sea para la madre, y a su padre pasan a verlo un fin de semana sí, otro no, y un día por semana, eso es muy duro. Son niños que están sufriendo una situación que no han provocado, que no han querido y que nadie les ha consultado.

-Ahora se está poniendo muy de moda: nos divorciamos pero seguimos siendo familia. Debería ser ejemplo, pero no es fácil.

-Es lo ideal, pero es complicado. El concepto es muy bonito, hay muchas parejas que se separan y esa es su intención, pero es cierto que en el día a día, hacer planes con tu ex es complicado. Si te has separado de una persona es por algo, y es probable que no te apetezca irte de pícnic en familia. Se está avanzando mucho a la hora de resolver este tipo de situaciones teniendo más en cuenta a los niños. De hecho, las custodias compartidas cada vez son más frecuentes, en otras comunidades autónomas existe la figura del coordinador parental o de parentalidad, que ayuda, no ya en el proceso previo, sino en todo lo que viene después. Se está avanzando, hasta hace no mucho los niños eran como propiedad de los padres, y nadie tenía en cuenta sus derechos ni intereses. Hoy por hoy, se les está teniendo en cuenta para todo. Cada vez se va viendo más la mediación, los divorcios de mutuo acuerdo...

-¿Cómo se llega a la mediación: motu proprio o porque el juez lo recomienda?

-Hay de todo, hay gente que te viene al despacho porque han oído hablar de la mediación... Claro, si te vienen como clientes de abogado, no puedo llevar yo la mediación, porque manejo una información que como mediadora no debería tener, pero la puedo remitir a otra persona, y los juzgados cada vez derivan más casos a mediación. Si hay acuerdo en mediación, se tramita judicialmente como de mutuo acuerdo, porque el divorcio solo lo puede decretar un juez, y si no, como contencioso. La derivación judicial a mediación, en mi opinión, es muy buena porque la están dando a conocer, mucha gente todavía no sabe qué es.

-En esos acuerdos ¿se escribe hasta el más mínimo detalle?

-Puedes. Estamos hablando de que el padre dejará al niño en casa de la madre, cenado y duchado; si quiere hacer una extraescolar con la que uno de los padres no está de acuerdo, el que quiere que la haga no solo la paga, que habitualmente es así, sino que asume la equipación, federación, transporte a la actividad...; la comida basura solo una vez a la semana, yo esto lo he visto. Un niño con problemas de salud no podía comer esas cosas, y se acordó que cuando estuviera con uno le daría pizza el viernes, y el otro, el fin de semana que estaba con él, lo haría el sábado... Lo puedes hacer a la carta, plasmar tus preocupaciones, mucha gente no tiene los horarios habituales y un régimen de visitas tipo le complica la vida. Hay cosas que se salen de lo estándar, pero que para ellos supone una preocupación.

-Y si no se cumple...

-Si no se cumple, y lo has llevado a que lo homologue un juez, tienes una sentencia que ejecutar. De todos modos, los acuerdos de mediación tienen una tasa de cumplimiento mayor que las sentencias judiciales, porque lo han hecho ellos. Es muy complicado que una sentencia de un divorcio contencioso deje satisfechas a ambas partes, algo que con la mediación sí sucede, es el objetivo. ¿Cómo vas a incumplir algo que has decidido tú? Puede pasar, pero... Las partes quedan satisfechas, de hecho, en todos los acuerdos que hemos firmado pone que, en caso de discrepancia, van a volver a mediación.

-En los casos de custodia compartida, ¿es fácil que con el paso del tiempo, la balanza se incline hacia un lado?

-No tiene por qué. Dependerá de muchos factores, especialmente de si el reparto de tiempos es equitativo.

-Cambiando de tercio. ¿Puede haber indicios o relatos desgarradores y que la sentencia no condene por violencia de género?

-Sí, sí, porque el maltrato psicológico es horrible, no hay huellas físicas, y los informes, al final, es un: ‘Ella manifiesta que...', pero ¿cómo demuestras que la causa es esa? Es muy frustrante cuando eso ocurre.