La empresa del millón y medio de chuletones

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Marcos Míguez

13 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año la gente esperaba paciente su turno en la carnicería. Recuerdo haber estado algunas mañanas a la puerta del negocio abarrotado de clientes. Pero pasó lo que pasó y tuvieron que reinventarse, como tantos otros. «Antes se mandaba la mercancía a los restaurantes, pero no a los particulares. Nunca nadie había llamado para hacer un pedido. Y ahora tenemos muchísima demanda y reparto propio desde Narón hasta Arteixo. Para otros lugares lo hacemos a través de agencia. Es lo que nos está aguantando en esta situación tan difícil porque, aunque es una cantidad tremenda, nos afecta mucho el cierre de la hostelería», analiza Javier Lendoiro. Junto con Horacio Máquez y Ramiro Iglesias montó en el 2008 la empresa Betanzos Carnes. En el 2013 fueron pioneros en abrir una carnicería en un polígono industrial (el de Bergondo, a unos pocos kilómetros de A Coruña) y lanzar al mercado un producto único, la Betamburguer. Se trata de una hamburguesa de carne de vaca vieja con un sabor muy especial. Pues esta semana tuve la oportunidad de hablar con Javier por otra novedad que acaban de presentar y me recordó un artículo que escribí entonces sobre esta burguer. «Fue tal éxito que llevamos vendidas más de un millón. Aunque nuestro fuerte, además de los chuletones de piezas añejas, son las chuletas. Calculo que habremos despachado un millón y medio», asegura. Cuesta imaginar semejante cantidad.

EL CONDIMENTO SECRETO

Una chuleta tiene pocos secretos: buena calidad y buen corte. Pero de las hamburguesas no les gusta hablar demasiado para no dar pistas. La Betamburguer original sigue triunfando, pero ahora hay dos modalidades más. «Tenemos la de solomillo de vaca vieja que es una pasada. Con los solomillos que antes enviábamos a los locales de hostelería nosotros hacemos hamburguesas», explica. Pero la más rompedora es la tercera de la familia, la criolla. «Los clientes nos empezaron a pedir un tipo de burguer para asar, para acompañar al churrasco y al resto de la carne», apunta. ¿Un chorizo criollo convertido en hamburguesa? «No, porque estos chorizos están hechos con ingredientes totalmente distintos. Digamos que lleva un condimento secreto que le da un toque criollo. Que te puede recordar su sabor», comenta sin querer desvelar más detalles. Una empresa cárnica en la que trabajan 9 personas y que lleva despachadas millón y medio de chuletas. Desde hace un año también a domicilio.

EL PLAN DE LA LAMPREA

Unos amigos me hablan de ir a mediados de marzo a tomar lamprea a Arbo. Nunca me apeteció tanto estar con esos amigos y comer este plato del que tampoco soy muy aficionado. Pero ahora mismo el plan me parece una utopía. Casi como si te proponen dar la vuelta al mundo. Salir de tu ayuntamiento, de tu provincia, estar con no convivientes, en un espacio cerrado... Quién sabe qué se podrá hacer dentro de un mes, pero prefiero no hacerme ilusiones. Si se puede, lo de menos me parece la lamprea. Como si hay que tomar un bocadillo o llevarse una Betamburguer para tomar en cualquier sitio.