KATHARINE HAMNETT Y VIVIENNE WESTWOOD fueron las precursoras de las prendas con connotaciones políticas en los 80. Si en el 2016 fue el momento de las camisetas feministas, ahora es el de invitar a la gente a votar. Próxima estación: 3 de noviembre en EE. UU.
17 oct 2020 . Actualizado a las 08:44 h.Londres, 1984. La diseñadora británica Katharine Hamnett se presenta en una gala benéfica ante Margaret Thatcher con una camiseta con el lema 58 % Don't want pershing, como protesta contra el despliegue de misiles nucleares en bases británicas. Es el nacimiento de la moda protesta. Con Hamnet, otra inglesa, Vivienne Westwood, hizo de la moda su particular instrumento para defender sus ideales e intentar cambiar el mundo. Ellas llevaron la moda más allá de un simple outfit, una idea que más de 30 años después encaja a la perfección con el espíritu de la generación Z. Se vio ya en el 2016 cuando Dior popularizó las camisetas feministas. Y ahora, con las elecciones de Estados Unidos a la vuelta de la esquina, la moda tiene su nuevo eslogan político: vota. Un mensaje claro y directo que trata de animar a los ciudadanos a ejercer su derecho a voto.
Marcas y famosos se han sumado a la causa que tendrá su momento cumbre el próximo 3 de noviembre. Ahí Donald Trump y Joe Biden se verán las caras. Entre tanto, Kendal Jenner salió a la calle con una mascarilla con el lema «vote» bien grande. Y Stuart Weitzman relanzó unas de sus botas con estas cuatro letras impresas bien grandes en blanco. Ejercer el derecho al voto es una fuente de inspiración para jóvenes diseñadores, como la gallega Anna García Viu, que para su primera colección se basó en las sufragistas inglesas. El voto como eslogan se vio también en una de las camisetas de Louis Vuitton en sus diseños para la primavera del 2021. Ha llegado el momento de votar, con estilo.