-En su libro distingue varios tipos de felicidad. ¿Cuál es la buena?
-La buena consiste en hacer algo bueno con la vida y que además ayude a los demás a sacar lo mejor de ellos.
-Habla de epidemias mundiales tan o más fuertes que el covid...
-Las dos epidemias hoy más importantes en Occidente (exceptúo Asia y una buena parte de África) son el divorcio y la pornografía.
-¿El divorcio?
-Hoy en gran parte Occidente y Europa es más fácil encontrar parejas rotas que parejas enteras. Porque muy poca gente sabe desarrollar en la práctica la inteligencia emocional, que es la capacidad para mezclar los instrumentos de la razón y los sentimentales.
-¿El problema con la pornografía es, más que su consumo, que sea hoy la única educación sexual?
-Entre el 50 y el 80 % de la gente joven, de 12 años en adelante, ve pornografía con mucha frecuencia, sin llegar a la adicción. La pornografía también afecta al adulto. En mi opinión, el que más sabe de pornografía en el mundo es Peter Kleponis, que dice que más del 50 % de los divorcios en EE.UU. proceden de hombres que consumen pornografía y que piden a sus mujeres en la relación íntima lo que ven en esas películas. Una persona madura sabe que la pornografía produce adicción. Científicamente se ha demostrado que la adicción a la pornografía es más grave que la adicción a la cocaína.
-¿Amamos y deseamos de manera diferente los hombres y las mujeres?
-Hoy el hombre fingiendo amor lo que busca es sexo; y la mujer, fingiendo sexo, lo que realmente busca es amor.
-¿Es así en general?
-Es así con matices. Hay que coger la frase con pinzas. Pero hoy existe en el hombre un pánico al compromiso. Y solo quien es libre es capaz de comprometerse.
-¿Ha visto un repunte de la ansiedad o la depresión a raíz de la pandemia? ¿Qué ve más en consulta?
-Lo que más vemos con la pandemia es ansiedad, crisis de pánico, reacciones depresivas... Hoy el 90 % de las depresiones endógenas (las de fondo hereditario, debidas a causas bioquímicas) se curan. Las exógenas (las que se deben a acontecimientos de la vida) tienen un pronóstico más complejo.
-¿Qué potencias o líderes diría que han gestionado con madurez esta pandemia?
-Líderes políticos casi no existen. Yo me quedaría con uno del pasado y otro del presente: Winston Churchill y Angela Merkel. En España tenemos un Gobierno débil, prepotente y que lee la prensa con siete días de retraso.
-¿Qué es el síndrome por exceso de información del covid?
-Tenemos más notificaciones de información sobre la pandemia de lo que quisiéramos saber, y esto produce un estar abrumado. Hoy hay mucha información y poca formación. La formación consiste en tener criterio, ideas claras, en saber a qué atenerse en una sociedad tan cambiante, tan compleja.
-¿Somos como nos relacionamos?
-Sí. Decía don Quijote que cada uno es hijo de sus obras. Y dice Sancho Panza: «Amigo que no da y cuchillo que no corta, aunque se pierda, no importa». Le respondo con Cervantes.
-¿Confundimos los sentimientos con las emociones?
-Los sentimientos son un parque jurásico. El mejor amor se va a pique si no se trabaja y se cuida.
-¿Una regla de oro para no sucumbir al desencanto en la pareja?
-Cuidar los detalles pequeños es amor sin fecha de caducidad.
-¿Son Ponce o Brad Pitt un ejemplo del hombre afectivamente inmaduro que describe?
-Yo soy del club de las primeras esposas. El amor elegido hay que protegerlo de los vientos exteriores, y eso es un trabajo artesanal que hoy no está de moda.