¿Aún no has probado la freidora sin aceite?

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Las freidoras de aire caliente son una auténtica revolución. Prepárate para ahorrar y olvídate de los malos humos

29 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Este invento no solo hará que ahorres lo indecible en aceite. Con él, comerás más sano y la limpieza dejará de ser un infierno. Cómoda, sin el molesto humo que sale de la máquina tradicional y sin apenas olor, la freidora sin aceite revolucionará tu cocina. Ya puedes encontrar algunos modelos en cualquier sección de pequeño electrodoméstico, pero si quieres más variedad o simplemente documentarte en condiciones de las experiencias de uso, dirígete a la Red y encontrarás de todo. Un amplio catálogo con precios que suelen oscilar entre los 90 y los 150 euros, seguidos de opiniones, fotos y vídeotutoriales de todo tipo se descubrirán ante ti para que te decidas. Por supuesto, también hallarás multitud de vídeos comparándolas con una tradicional.

La decisión ante algo aún desconocido en España no es fácil, pero lo cierto es que la experiencia no decepciona y muy posiblemente hará que te deshagas de tu freidora anterior y también de las garrafas de aceite que derramabas en ella. Muchas ya son táctiles, lo que facilita aún más su uso, y traen programas para todo a un solo clic: carne, pollo, pescado, marisco, beicon, patatas, legumbres, pan, postres... Sí, has leído bien. La freidora también cumple funciones de horno y puedes incluso hacer un bizcocho en su interior. Su modo para descongelar es otra opción para esos táperes que tienes en el frigorífico. Lo único que has de hacer es decidir qué quieres comer y darle a la opción de precalentar. Una función que tarda pocos minutos y que la freidora te avisa en cuanto finaliza.

Acto seguido, introduce la comida en la cesta -mucho más segura y en forma de cajón, lo que evita que se desestabilice y se derrame aceite involuntariamente cuando viertes en el plato-, y dale al programa correspondiente según el tipo de alimento que sea. De todas formas, la máquina también permite introducir manualmente temperatura y tiempo si prefieres ir controlando la cocción, lo que resulta útil en el caso de que metas dos tipos de alimentos diferentes, y te avisará para que remuevas un poco la comida a mitad de programa. Porque sí, podrás cocinar a la vez en la cesta un filete con patatas sin problema. Mientras funciona, comprobarás que hace un poco de ruido pero nada comparado al de una campana extractora en funcionamiento. No saldrá humo y el olor de la propia comida te resultará prácticamente imperceptible. Siempre tienes la opción de añadir una cucharada de aceite o incluso rociar un poco de aceite en espray si quieres que lo cocinado adopte un aspecto algo más dorado, pero muy probablemente no te resultará necesario porque apenas notarás la diferencia.

Tampoco es más lenta que una freidora de aceite tradicional, porque su precalentado es rápido y no suele tardar tanto como el del propio aceite, y logra que lo frito salga crujiente. A estas alturas, ya supondrás que no volverás a manchar una sartén cuando se trate de freír. Por cierto, algún modelo ya incorpora la domótica para que le digas al móvil desde la calle: «Google, pon a freír las patatas». Un auténtico chollo.