Croquetas de dos estrellas Michelin en O Parrote

La Voz PERIODISTA

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Marcos Míguez

08 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En la carta llama la atención un nombre, Nacho Manzano. Es uno de los cocineros más importantes de España. Su Casa Marcial de Parres, al lado de Arriondas, es el único restaurante con dos estrellas Michelin de Asturias. Recuerdo que hace unos meses me llamaron para acudir a una cena especial con motivo del 25 aniversario del local. Lo intenté, pero me fue imposible desplazarme, y es algo que sigo lamentando. Pues en el corazón de A Coruña, al lado del mar, en el nuevo establecimiento Sóou del Parrote, hay algo de la cocina de este chef de referencia. «Va a ser el director gastronómico del proyecto y nuestro jefe de cocina, Ángel Rodríguez Cuquejo, trabajó con él y mantiene el contacto», explica Roi Correa en la terraza del local tras descargar la carta en el móvil. El primer plato que aparece son las croquetas de jamón de Nacho Manzano, 4 unidades 6 euros. Están deliciosas. Lo más complicado es comerlas calientes y que no se te rompan, porque la bechamel es tan líquida que cuesta un poco. Es curioso que un cocinero de tanto prestigio tenga las croquetas como uno de sus platos estrella. Recuerdo que en una de los últimos aniversarios del restaurante Bocanegra, cercano al lugar donde las estoy probando, acudió Nacho y se pasó toda la noche friéndolas. «Pensé en traer otra cosa, pero al final la gente siempre me las pide», me comentó aquel día. Pues entre las recomendaciones del Sóou también figura el arroz con leche con la firma de este chef que, por cierto, cocinó en la primera boda de Marta Ortega junto a Marcelo Tejedor. El novio era asturiano y por eso lo contrataron. Me viene a la cabeza porque este local donde estoy probando sus especialidades está casi debajo de la casa de Amancio Ortega.

TACO, BOCATA Y SAM

Además de las famosas croquetas y el arroz probé el pan bao de rabo de toro, uno de los más sabrosos y compensados que tomé estos últimos años. El blanquecino pan y el guiso en su justa medida. También delicioso el sam de papada y gamba en el que se nota la influencia de Manzano. Con la idea de hacer una propuesta para todos los públicos y no demasiado cara incluyen un bocata de chipirones (como el de calamares pero más crujiente), un taco de cochinita pibil y un brioche con carne de centollo y buey realmente llamativo. Todo lo cocinan en una foodtruck a la espera de poder desarrollar un proyecto mucho más ambicioso. Cuentan con un espacio de casi mil metros cuadrados y varias terrazas que ocupan otros seiscientos. «Queda mucho por hacer y estamos pendientes de la evolución de la pandemia, pero nos gustaría tenerlo listo antes de final de año. Incluye una zona de actuaciones, un reservado donde preparar cada mes una cena temática… Es un local con muchas posibilidades», destaca Roi mientras me enseña lo que se esconde tras las paredes del Sóou. Tuve que dar un buen paseo para bajar el taco, el bocata, el sam y las croquetas de dos estrellas Michelin.