Amparo Fernández, peluquera y embajadora de TheQHair: «Por Deus, non toquedes o pelo!, que só crece dous centímetros»

YES

CARMELA QUEIJEIRO

¿Cómo serán las peluquerías del futuro? Esta Michelin de las tijeras lo tiene claro: más higiénicas y ofreciendo servicios prémium, con material desechable y mucha desinfección

18 abr 2020 . Actualizado a las 12:10 h.

Amparo Fernández, de La Pelu de Boiro, es una crac, una Michelin de la peluquería y una de las cuatro personas que ahora mismo en España son embajadoras de TheQHair, la asociación más prestigiosa en este ámbito. Amparo sigue pendiente de sus clientes, no deja de sonarle el teléfono porque sabe que muchas personas están sufriendo en soledad y es una manera de acompañarlas. También dándoles recomendaciones, porque ella a través de las redes sociales se muestra muy activa como miembro destacado de TheQHair. Así que lo primero que cuenta es que intenta hacerle llegar los productos a aquellos clientes que tenían un tratamiento específico, pero ahora -dice- que se ha visto que la peluquería es una necesidad, avisa de que no nos la juguemos en casa: «Por Deus, non toquedes o pelo!, que só crece dous centímetros en dous meses, pódese aguantar!».

 NI CORTES NI TINTES

Amparo insiste en que nada de tintes ni cortes, sobre todo porque como profesionales ellos usan unas técnicas que después les resulta muy difícil recuperar. «É unha situación excepcional, ao mellor hai que peitearse doutro xeito, buscar a maneira, poñerte un turbante, recollelo, pero se a xente mete a tesoira, vainos custar meses volver recuperar a liña dos contornos». Ella confía en que después del confinamiento las peluquerías saldrán muy fortalecidas, porque la imagen es fundamental, «é a carta de presentación, o noso currículum», advierte, pero augura un cambio fundamental, que ya estaba poniendo en marcha en su salón cuando empezó la cuarentena. «O servizo será máis prémium, reduciranse os tempos de espera e no meu caso quero que haxa unha estilista por cliente, nada de unha lava a cabeza e outra peitea, será moi personalizado», especifica.

«Eu son paciente de alto risco e cando vin que chegaba toda esta tolermia xa no último mes tomei algunhas precaucións: desinfectábamos toda a zona de recepción, usamos capas de usar e tirar, os guantes...». ¿Serán más asépticas las peluquerías, más parecidas a una clínica?, le pregunto. Vai haber un cambio que penso que facía falta no noso sector, era necesario: coidaremos a saúde dos nosos clientes por riba de todo e haberá máis desinfección no uso das tesoiras, por exemplo, e moito material será dun só uso. As perruquerías teñen que funcionar cun sistema hixiénico-sanitario moi disciplinado porque non se poden permitir eses caixóns cheos de pelos, ou intercambiar pinzas, tesoiras, iso hai que evitalo, xa era necesario e agora máis».

¿La clienta variará? ¿Dejarán de ir a peinarse cada semana, solo harán los tratamientos fundamentales? «Non -responde rotunda- Aí hai códigos. Ata os 20 anos, veñen cada seis meses, a partir de 40 un pouco máis, e de 40 para arriba xa veñen seguido a peitearse. Iso non vai cambiar. A xente necesita protección, a perruquería será moito mellor».