SOMBRAS MARCADAS, transparencias, manicuras a lo Rosalía y vestidos baby doll. La moda rompe estereotipos: el hombre se acerca a un mundo transgénero donde lo femenino abraza lo masculino y viceversa
15 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Alassandro Michele llegó como un ciclón a la dirección creativa de Gucci en el 2015 con su universo wesandersiano. Cinco años después, Michele confirmó en su última colección para chico algo que lleva cociéndose en la moda varias temporadas: la división de género ha pasado a mejor vida. ¿Su forma de interpretarlo? Llevando a los hombres a la infancia, a ese momento en el que todavía no existen etiquetas: esto es de niña, esto es de niño. Al momento previo a la intoxicación de la masculinidad. Y así, sus modelos se visten con vestidos baby doll, con cuellos de bebé, y llevan diademas para sujetar la melena. Más motivos para afirmar que la división de género suena a rancio: Harry Styles. En su armario hay transparencias con lazadas y collares de perlas de la abuela. Y ojo a sus uñas: siempre con una buena manicura, pintadas de negro, llenas de anillos. Como el ex de One Direction, los Javis confirmaron en los Goya que el maquillaje no tiene género. Con los ojos y los labios pintados, su misión en el photocall era romper etiquetas, las mismas que hicieron encenderse en Twitter a los fans de Operación Triunfo cuando uno de los concursantes manifestó su desagrado al ver a sus compañeros maquillados como puertas. Porque el eyeliner es de chico y eso es algo que el glam lleva años gritando en la música. Y el rosa y el azul solo son eso, dos colores con los que vestirse, sin más distinción.