Puede parecer aburrida, pero de soporífera tiene más bien poco. Si el chándal, las sneakers y los logos marcaron una época, el minimalismo más puro es la nueva forma de revelarse contra lo establecido
04 feb 2020 . Actualizado a las 16:38 h.La capacidad de propagación de una noticia en Internet es infinita. Más si el que da el titular es Virgil Abloh, fundador de Off White y diseñador de la línea masculina de Louis Vuitton. Cuando Abloh habla, la moda asiente. Y lo que dijo hace unas semanas este diseñador es solo el principio de lo que está por venir: el streetwear, tal y como lo entendíamos, lleno de mezclas, zapatillas de deporte y multitud de logos tiene los días contados. Se podría decir que la moda sienta cabeza. Aunque, más bien, esta vuelta al minimalismo más estricto tiene una explicación que bien podría salir de una clase de filosofía de Merlí: si el chándal y los logos fueron en su día una forma de rebelarse contra lo establecido, salirse de la norma significa ahora llevar trajes de chaqueta y pantalón o vaquero y camiseta básica. Sin adornos, sin volantes, sin colores estridentes. Para Abloh es parte del momento que se está viviendo: el planeta pide auxilio y la moda se vuelve más consciente y sostenible. Solo hay que ver el color que eligió Pantone para teñir el 2020: azul elegante, un tono clásico y que invita a la calma y a la reflexión. Y ese espíritu minimalista es el que interpreta a la perfección Daniel Lee en Bottega Veneta. O, un poquito más cerca de casa, Zara en su primera gran colección de la temporada. Porque lo de siempre es lo más cool.