La miss gallega que diseña su vestido para la gala

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25 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Detrás de su sonrisa hay una campeona de ajedrez y una diseñadora. Esta joven se llama Beatriz Balseiro Cendán, tiene 22 años y es de Vilalba, Lugo. La mayor parte del tiempo lo pasa en A Coruña, donde estudia Diseño de Interiores en la escuela Pablo Picasso. También hace sus pinitos como modelo y será la representante lucense en la gala Miss World Spain que se celebrará dentro de unos meses. Lo curioso es que ella misma está diseñando el vestido que lucirá en la final. «Siempre me gustó el mundo de la moda y la alta costura, pero no solo como modelo para lucir la ropa. Yo elijo la tela y el color, y cuento con una costurera que me ayuda a hacer realidad el proyecto», explica. Pero tras esta decisión de confeccionarse el vestido hay otra razón. «Aprendí que los concursos de belleza ya no cosifican a las mujeres, ya no buscan una belleza exterior, sino a una mujer altruista, confiada, que se ame a sí misma y que ame a los demás. Buscan una belleza con un propósito, buscan empoderar a la mujer... Gracias al mundo de la belleza, he aprendido a amarme, a respetarme, y a respetar a los demás, y quiero poder mostrar lo fuerte que te hacen unas palabras con confianza. Por eso quiero diseñar mi vestido, quiero mostrar un poco más de mí de una forma real. Aunque es arriesgado, sé que voy a desfilar muy a gusto», destaca mientras muestra unos bocetos muy sencillos. «Por el momento es un secreto», añade. Cuando era una niña se propuso ser campeona de ajedrez y obtuvo cantidad de trofeos. «Me encantan los juegos de estrategia. Ahora ya no compito, pero de vez en cuando juego una partidilla. Si hubiese más campeonatos igual me apuntaba», asegura Beatriz. Veremos si también gana la partida en el citado concurso de belleza.

ZAMBURIÑAS EN MUROS

Apunté la contestación que me dio el camarero en el bloc de notas del móvil. Ciertos aspectos de la hostelería gallega nunca dejan de sorprenderme. En una pizarra del local indicaban la maravillosa frase de Los domingos, callos. Por eso, cuando vi que con la consumición ponían unos trozos de pizza y unos fritos rellenos de queso le pregunté por los callos. «Andan muy justos», respondió el hombre con gesto serio desde el otro lado de la barra. Interpreto que no se habían acabado, pero que apenas quedaban unas pocas tapas. Y eso me lleva a pensar que, como no me había visto en la vida, decidió guardarlos para algún cliente de los de siempre.

"Quiero mostrar un poco más de mí de una forma real aunque sea arriesgado”

Finalmente nos sentamos a comer en una mesa alta. Como la encantadora persona que nos atendió parecía el jefe, le comenté que era una pena que ya se hubiesen acabado los callos. Pedimos las zamburiñas que nos recomendó, que estaban de película, unos berberechos y una de pulpo. Pero antes de traernos la comanda apareció con unos callos-sorpresa. «Pude rescatar una tapa de la cocina», comentó con tono cómplice. El coqueto local se llama Casa Sampedro y está situado en el centro de Muros. Hacía mucho tiempo que no daba una vuelta por esta localidad maravillosa. Un lujo pasear por su callejuelas, que me dio la impresión de que estaban muy limpias. Eso sí, si quieren tomar una tapa de callos un domingo vayan temprano, que se acaban pronto.