DÓNDE PRACTICARLO
«Lo podemos hacer en ámbitos urbanos durante la semana, si no queremos coger un coche. Escapar a un parque. Cuando tenemos un día libre, en Galicia tenéis sitios increíbles como la Ribeira Sacra», recomienda Tarrés. Los bosques que surcan los cañones del Miño o del Sil son una alternativa, pero hay muchas más. Desde pasear entre los castaños centenarios que inspiraron a Emilia Pardo Bazán para escribir Los Pazos de Ulloa, en la Fraga de Catasós (Lalín), declarada Monumento Natural, a perdernos en el Courel en la Devesa da Rogueira, uno de los bosques atlánticos más impresionantes de Galicia.
A veinte minutos de Lugo, el bosque da Fervenza (O Corgo) tiene robles de más de 300 años. Ubicado en el curso alto del Miño, dentro de una Reserva de la Biosfera, es uno de los bosques de inundación más importantes de la península. En la comarca de Valdeorras, 300 tejos forman el que puede ser el bosque más antiguo de Galicia, Teixadal de Casaio.