Macarena Gómez: «En mi relación de pareja necesito respeto, amor y admiración»

VIRGINIA MADRID

YES

CEDIDA

Es un torbellino, pero reconoce que para trabajar con Garci en «El crack cero» le ha tocado pisar el freno. «He tenido que bajar revoluciones», dice. La actriz de «La que se avecina» rueda serie con Álex de la Iglesia, y afronta un otoño cargado de estrenos

21 oct 2019 . Actualizado a las 15:55 h.

Hizo ballet clásico, es amante del arte y tiene más de sesenta Barbies. Maca, como la llama su padre, poco tiene que ver con la actriz que vemos posar espectacular y con cierto halo de misterio ante los flashes de los fotógrafos en las alfombras rojas: «Es un juego divertido que forma parte de mi profesión y que me encanta compartir con Aldo, pero después regreso a casa, con mi niño y mi marido, y vuelta a la bendita normalidad». Macarena Gómez (Córdoba, 1978) a la que conocemos por interpretar a Lola en La que se avecina, confiesa: «Lo primero que me dijo mi marido nada más conocerme fue: ‘Te pareces a Miércoles Addams’. Me pareció un halago estupendo».

-Acabas de doblar «Angry Birds 2», estás rodando «30 monedas», la serie de Álex de la Iglesia, y en octubre, entre otras, estrenas «El crack cero» de Garci. ¡Menuda vuelta al cole!

-Pues sí. Estoy muy contenta porque viene con proyectos muy diferentes, con los que he aprendido mucho y he disfrutado un montón. Ahí reside la riqueza de mi oficio, de poder involucrarme en personajes y en historias que no tienen nada que ver con mi vida. Eso me chifla.

 -En «Angry Birds 2» has prestado tu voz a Zeta, una mala pájara cansada del hielo.

-De nuevo, ha sido superdivertido. El año pasado doblé por primera vez en Emoji, y me gustó mucho lo de trabajar con la voz. Es un reto, porque a través de la voz, del tono, creas la personalidad del personaje, y también requiere graduar la energía vocal en función de la escena; además, fui a ciegas, ya que no me dieron el guion hasta el mismo día de grabación. Me lo pasé pipa.

 -¿Tú qué tienes de «pájara»?

-¡Ja,ja,ja! Según mi hijo Dante, nada. Fui a ver la película con él, ¿y sabes lo que me dijo?: «Cómo vas a ser tú mala, si eres mi mamá». Me enterneció muchísimo.

 -Hablemos de «El crack cero». ¿Cómo ha sido trabajar con Garci?

-Ha sido un reto increíble y muy intenso, por su forma de trabajar. Es muy pausado rodando, le fascina deleitarse en una mirada, un silencio; además, trabaja con una energía muy distinta a la que estoy acostumbrada y me ha tocado bajar revoluciones, porque esa calma se refleja en sus escenas, buscando siempre la reflexión y la mirada interior. Ha sido fascinante.

-¿Qué pensaste cuando te llamó para participar en esta película?

-Fíjate, pienso en Garci y el primer recuerdo que me surge es cuando iba al cine de jovencita con mis padres a ver sus películas. Imagínate. Me encantan sus historias. Así es que cuando recibí su propuesta, me llevé una alegría y una gran sorpresa. De hecho, cuando nos vimos en la primera reunión, le pregunté por qué me había llamado, siendo La que se avecina lo que me ha dado popularidad, porque él suele contar con actores más serios. Me contestó que si era actriz, era capaz de hacer de todo. Garci no encasilla, te saca de tu registro y te pone a prueba, y eso, aunque difícil, es muy enriquecedor y gratificante; porque descubres de lo que eres capaz.

 -¿Te atraen los desafíos?

-Mucho. Me fascinan los desafíos, porque aprendes, averiguas tus fortalezas y tus debilidades. Y en este oficio, los retos son imprescindibles para no estancarse, para crecer interiormente. Cuando más alejado esté de mí el personaje, más interesante es realizar ese viaje hacia su personalidad; indagando cómo habla, cómo siente, cómo camina, descubrir sus blancos y sus negros.

 -¿Cómo es el personaje que interpretas en esta vuelta de «El crack cero»?

-¡Uy! Pues no puedo desvelar casi nada. Te puedo contar que se produce un asesinato, me convierto en sospechosa y soy interrogada por Areta.

 -Esta es una cinta de intriga, pero te hemos visto en comedias, en dramas y hasta nos has hecho pasar mucho miedo. ¿Dónde disfrutas más?

-Con las películas de terror, porque es como volver a la infancia. Me lo paso genial. Y eso que cuando de niña vi ET me impresionó tanto que tuve un trauma. Me dio pánico. Pero, fíjate, el primer trabajo que hice fue una historia de terror, y ahí descubrí la magia del cine, que todo se crea con trucos de cámara y con efectos de maquillaje. Al ver cómo hacen la sangre y cómo crean las heridas, me ayudó a superar mi trauma, y ya no solo no me asusto, sino que me divierto un montón.

-Para ti, ¿qué ingredientes debe tener tu relación de pareja?

-Necesito que en mi relación de pareja haya sobre todo respeto, mucho amor y admiración por el otro, para que te haga crecer y mejorar como persona.

 -A tu marido, Aldo Comas, ¿le gusta ver tus trabajos en cine y en televisión? ¿Comparte contigo sus impresiones?

-¡Claro! Me encanta que vea los proyectos en los que me involucro y que me dé su opinión sobre cómo encarno cada nuevo personaje. Él admira mi trabajo como actriz, de la misma forma que yo valoro cada nueva aventura en la que él se embarca. Para ambos eso es fundamental. Tanto él como mis padres, siempre me dicen que cada vez estoy mejor en mis trabajos.

 -¿Es cierto que tu marido nada más conocerte te dijo: «Te pareces a Miércoles Addams»?

-Sí, como tengo los ojos grandes y soy ojerosa. Me pareció un halago estupendo.

 -No hay alfombra roja a la que acudas acompañada de tu marido y destaquéis por lucir unos «looks» de lo más atrevidos y glamurosos.

-Bueno, este tipo de eventos forman parte de mi trabajo y creo que son esenciales para dar visibilidad a los proyectos en los que participo. Hace años, decidí que ya que iba, debía pasármelo bien y me lo tomo como un juego donde llevo un estilismo espectacular y me meto en ese papel. Es algo divertido, que dura unas cuantas horas y después regreso a casa, con mi niño y mi marido y vuelta a la bendita normalidad.

 -Estudiaste ballet clásico hasta los dieciocho años, y después te marchaste a Londres a estudiar Arte Dramático. En casa, ¿tus padres siempre apoyaron tu vocación de convertirte en actriz?

-Siempre. Se sienten muy orgullosos de mi carrera, y a día de hoy todavía me siguen aconsejando. Me siento muy afortunada, la verdad. Se ven todo lo que hago, tienen grabados todos mis trabajos e incluso guardan muchas entrevistas. Desde pequeña, me inculcaron el amor por el arte, el cine, la danza, los libros... y recuerdo ir de chica con ellos a recitales de poesía o de museos; algo que me sigue apasionando y me enriquece más que ir a una playa paradisíaca.

 -Y la última, creo que tienes una gran colección de Barbies, ¿verdad?

-Sí. Tengo más de sesenta, me encantan, lo reconozco. Me recuerdan a mi infancia, a cuando jugaba con ellas y les cambiaba los vestiditos.