¿Eres de Riquiños o de Biquiños?

ADRIÁN VÁZQUEZ / C. D.

YES

MARCOS MÍGUEZ

En boca de todos. Estos mini cruasanes comparten aspecto, parte de los ingredientes y un gran sabor. YES descubre los secretos que hay detrás de esta nueva y cotizada bollería...

08 sep 2019 . Actualizado a las 15:05 h.

La fiebre de los Manolitos, cruasanes famosos en Madrid y recién llegados a Galicia, no eclipsa el triunfo en el mercado de los Riquiños y los Biquiños. Los productos de Horno Sanbrandán y Pandelino, respectivamente, se han convertido en un capricho para los gallegos. Los secretos que hay detrás de esta bollería van más allá del sabor o las modas y todo está mucho más estudiado de lo que parece. ¿Te apetece probarlos?

Con el primer bocado ya notamos su sabor dulce y una textura muy tierna, lo contrario a lo que acostumbra este tipo de productos. Esto se produce gracias a la cantidad de mantequilla que llevan, ingrediente que evita la sequedad y que potencia su sabor. En el caso de los Riquiños, es un baño en almíbar tras el proceso de horneado el que dota al producto de una mayor jugosidad. Esta ternura saca al cruasán del contexto del desayuno y del mojado en leche, y lo incluye en el grupo de esos productos que pueden ser consumidos en cualquier momento del día y en cualquier lugar.

«Los Biquiños son la transformación de unos cruasanes que llevamos preparando desde hace más de 8 años», explica Rosa Lousa, responsable de Pandelino, en A Coruña. A pesar de que se fabrican con los ingredientes habituales en la elaboración de este tipo de bollería, guardan algún que otro secreto. «Para potenciar el sabor, dotamos a cada pieza de una pincelada de limón», relata Borja Muñoz, de Horno Sanbrandán.

Otra de las claves de este manjar es su tamaño. Su pequeño volumen invita a pensar que se trata de un producto que puede ser consumido a cualquier hora del día. Además, funciona como estrategia de márketing y causa en los clientes la percepción de que se trata de un capricho insignificante, ya que su aspecto genera en las personas la idea de que pueden consumirlo de forma habitual y despojan al producto de la concepción generalizada que existe hacia la bollería: un antojo reservado para días puntuales.

La importancia del márketing no cesa en las anteriores líneas y comienza con el nombre del propio producto. Ambos tienen un doble o triple sentido, que conforma otro de los argumentos del éxito de estos cruasanes. La forma de referirse a ellos -Biquiños y Riquiños- sugieren pertenencia a Galicia, un aspecto bonito y apetitoso, y un sabor agradable y dulce.

La manera de presentar el producto es otra de las claves que justifican su éxito en el mercado gallego en el que son tendencia. Cuando hablamos de un comestible es importante que el envase y la forma de ofrecerlo al público conserve las propiedades del artículo. Otro de los aspectos esenciales a la hora de presentar cualquier tipo de producto, es la estética. «Pensamos y cuidamos mucho la presentación de los Riquiños, queríamos algo atractivo y fácil de transportar», explica Borja, de Horno Sanbrandán. La presentación de los Riquiños consiste en una caja de cartón en la que aparece una frase bastante sugestiva: «Así empiezan los días que empiezan bien». Desde Pandelino también cuidan mucho la presentación de sus Biquiños. La caja de cartón vuelve a cobrar protagonismo para mantener el producto intacto en su interior. «Durante el fin de semana solemos tener encargos de cajas para llevar», aseguran en la pastelería Coruñesa.

ANGEL MANSO

Por último, el precio, también es otra de las razones que explican el éxito de estos productos. Con un precio muy competitivo se obtiene una caja llena de cruasanes. «Al principio hicimos una campaña de márketing muy grande: ofrecíamos una cantidad de bollería enorme a un precio ínfimo», afirman desde Horno Sanbrandán. A partir de estas estrategias de mercado para hacer llegar el producto a la clientela, este ha llegado para quedarse entre los gallegos. Desde Horno Sanbrandán reiteran que la clave es la suma de elementos explicada mientras que desde Pandelino centran el éxito en el sabor del artículo. «Creemos que se trata de una moda pero la realidad es que el producto está delicioso», aseguran.

¿Consumirlos a diario?

Como todo, lo que se consume en exceso, no es bueno para nuestra salud. Ambas empresas ofrecen productos con menos calorías y grasas que los Biquiños y los Riquiños y es una decisión personal decidir con qué frecuencia consumir estos últimos. Sin embargo, la recomendación de María Pérez, nutricionista y dietista es muy clara y directa: «A nivel nutricional se trata de una pieza más de bollería que debe ser consumida de forma esporádica». El consumo de estos productos, siempre que se haga de una manera puntual no tiene por qué ser demasiado nocivo para nuestra dieta. «No se trata de demonizar la bollería pero tampoco podemos normalizar el hecho de consumirla a diario», señala la nutricionista.

Cualquier producto con una gran cantidad de mantequilla y azúcar no puede formar parte de nuestra dieta de forma habitual y su consumo debe ser moderado. «Desayunar todos los días bollería no es algo positivo para nuestra salud y debemos evitarlo», relata María Pérez. El precio asequible, su tamaño reducido , la facilidad para transportarlos y su indudable buen sabor no pueden despistarnos de lo que deben ser estos artículos : caprichos ocasionales. «El error con estos productos no es consumirlos de vez en cuando sino convertirlos en un alimento común en nuestra dieta», señala María Pérez.

La libertad para consumirlos o no, existe y para elegir cual de los dos está más rico, también. La oferta de cruasanes en el mercado es muy amplia y aunque los Biquiños y los Riquiños -con el permiso de los Manolitos- son los que están de moda, son muchas las empresas que ofrecen productos similares a los que sostienen los empleados de las tiendas de Horno Sabrandán y Pandelino en las fotografías.

La mejor solución a la pregunta del titular es comprobar lo dicho en este artículo, decidir cuál de los dos te gusta más y compartirlos con compañeros de trabajo y amigos para que el camino al gimnasio sea en grupo.