Los coruñeses son los españoles que más ligan online

CAROLINA FREIRE / N. S.

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Ellos envían más mensajes. Así lo determina un estudio de Badoo, según el cual los del norte chatean mucho, pero son los vigueses quienes más éxito tienen en la plataforma a la hora de encontrar pareja. Dos expertos nos explican por qué recurrimos tanto al amor virtual

09 sep 2019 . Actualizado a las 16:17 h.

Sí, los coruñeses son los gallegos que más ligan online. En concreto, envían un 25 % más de mensajes que el resto de los españoles. Así lo confirma un estudio realizado por Badoo que analiza nuestra actitud en la que ya es una nueva forma de encontrar pareja: las apps para ligar. Y en este ránking, los vigueses también tienen algo que decir. Porque si sus vecinos del norte son los que más mensajean, los del sur son los que más éxito tienen sin hacer tantos esfuerzos, a juzgar por el porcentaje que borra su cuenta y alega que «ha encontrado una persona especial en la app» como motivo.

Por su parte, los ourensanos son los que más citas tienen de la comunidad. Además, el último informe de la plataforma desvela que en España hay más de 30.000 registros diarios y más de un millón de usuarios activos mensuales. Solo el año pasado, los usuarios españoles de Tinder hicieron más de 10.000 millones de swipes (conexiones entre ellos). Unos registros que no hacen más que avalar lo que ya es un secreto a voces: las aplicaciones de citas han llegado para quedarse, permitiendo que sopesemos entre varios opciones de posibles ligues como si estuviésemos frente a los estantes de un súper infinito. Se borraron etiquetas y se rompieron clichés. Ha llegado el momento de venderse en la Red. El terreno de juego ha cambiado, así que hay que adaptarse o morir. Pero, ¿qué es lo que nos engancha tanto del ligoteo virtual?

Aránzazu García, sexóloga, afirma que en determinadas franjas de edad (sobre todo entre los 30 y los 40) la gente suele meterse en sus rutinas de trabajo y familia, y les cuesta mucho hacer amigos nuevos o incluso mantener una vida social activa. Si llegado el momento, casi siempre tras un divorcio, estas personas quieren encontrar pareja, la ausencia de esa red de amigos lo dificulta. Es aquí donde entran la tecnología y las aplicaciones de citas, el puente que salta ese vacío social. El psicólogo clínico Manuel Lage añade que esta forma de conocerse es mucho más fácil para aquellos a los que se les atraganta el entablar contacto con personas que no conocen. «Detrás de una pantalla nos desatamos más, nos desinhibimos. Los complejos que tenemos cara a cara pueden ignorarse», explica.

Herramienta de seducción

Sobre todo, lo que hacen las apps de citas es acelerar el proceso. Teniendo en cuenta que vivimos a ritmo de cadena de montaje, tiene sentido que esta herramienta de seducción haya encajado perfectamente en nuestras rutinas. «En general, dedicamos muy poco espacio de nuestras vidas a socializar. La excusa es la falta de tiempo. Pero mucha gente que pone este pretexto, luego dedica dos horas diarias a ver la televisión», opina Aránzazu. Si hay que apuntar hacia alguna dirección, el negocio de las citas online debería darle las gracias, principalmente, a la rutina y a la pereza. «La gente quiere tener pareja, pero quiere que vaya a casa a buscarla». Gastos de envío gratis con tu primer pedido.

Además, excavando un poco en las raíces sociológicas del asunto, está claro que ya no interactuamos con el mundo como solía hacerse antes. Aránzazu lo corrobora: «El contacto con personas ajenas en situaciones de la vida cotidiana se nos hace raro, incluso incómodo». No todo tiempo pasado fue mejor, pero sí diferente. Ya no hablamos del tiempo con el de al lado en el autobús. No sabemos el nombre de quién nos vende la fruta. Apenas conocemos a nuestros vecinos. «Hemos creado muchas barreras invisibles. Las apps de citas salvan esas barreras en el plano digital», añade la sexóloga.

En cuanto a la calidad de las relaciones nacidas en Internet, las opiniones de los expertos difieren. Manuel Lage, por su parte, tiene claro que no es lo mismo. Para él, la primera aproximación a la otra persona es algo clave, y si se produce virtualmente se pierde mucha información cifrada en el lenguaje corporal. «Una sonrisa, una mirada... La ausencia de esto, paradójicamente, puede dar lugar a muchas confusiones que pueden salir a la superficie más adelante en la relación». También argumenta que hay muchas parejas que no son capaces de transmitir cara a cara lo que se dicen por WhatsApp, por ejemplo. «Para mí, las relaciones humanas tienen que pasar en vivo y en directo», afirma Lage. Aránzazu es más optimista. Ella opina que, al final, las aplicaciones de citas son como los bares: te puedes encontrar de todo. Habrá gente que busque una relación más seria, otros querrán sexo sin compromiso. Al fin y al cabo, por Internet solo se produce la primera interacción. Todo lo que viene después depende de cómo te manejes con el cara a cara. Pero a Lage no le convence esta fórmula. El psicólogo defiende que, al guiarse por una serie de parámetros usados por algoritmos para emparejar a unas personas con otras, este método de ligar elimina la posibilidad del amor a primera vista. Y no le falta razón. Sin embargo, la sexóloga nos ofrece otra perspectiva: «Aunque la afinidad psicológica y emocional es difícil de transmitir en el plano virtual, este sistema aporta parámetros como la edad, el lugar de residencia o los hobbies de una persona, que pueden ser fundamentales a la hora de descartarla en el plano emocional». Bienvenido a la sexualidad 2.0.