¿Quién está dejando ramos de flores por todo Madrid?

ANA MONTES

YES

CEDIDA

Si te encuentras uno por la calle, cógelo. Y a continuación súbelo a Instagram con la etiqueta #masfloresporfavor. Se trata de una iniciativa desarrollada por los mejores floristas de la capital para promover la cultura de las flores en una «ciudad gris». ¿Llegará aquí?

17 abr 2019 . Actualizado a las 00:28 h.

No hubo mesa camilla pero algunos de los mejores floristas de Madrid se reunieron hace unos meses en torno a la idea de Aitana, portavoz de este colectivo, para dar vida al mantra que se le había quedado grabado tras el máster de creatividad que había hecho con la intención de dar otra chispa a su taller. «Me decían que había que hacer comunidad con mi sector así que un buen día, sin conocerles, les convoqué en un lugar para cenar y de ahí surgió el proyecto», explica ilusionada. Lo llamaron Flor Motion pero en las redes convocan bajo el hashtag #masflorporfavor para crear comunidad y curiosidad por la inmensa variedad de especies que alegran las floristerías. Y así es como nació esta iniciativa que busca promover la cultura de las flores en una «ciudad gris» que quieren alegrar con colores. Crear ramos preciosos y abandonarlos para ser encontrados forma parte de su «guerrilla floral».

Este colectivo de artistas florales quiere compartir con los ciudadanos, y profesionales de la flor y el paisajismo, su pasión y experiencia de forma anónima. Sin importar quienes son. Aunque son 15 de los floristas que suelen llevarse el gato al agua en los eventos más floridos de Madrid. «Queremos que nuestro movimiento #masflorporfavor sirva para construir una identidad de grupo, no para darnos visibilidad como marcas. Esto nos ayuda a dar rienda suelta a nuestra creatividad a la hora de transmitir una sonrisa y humanidad a las personas», explica Aitana.

CADA MES, UNA FLOR

El primer reto cada mes es componer cada uno un ramo con una flor seleccionada. Helleborus fue la elegida en enero. El mayor atractivo lo constituye la belleza de sus flores, que comienzan a florecer a finales de enero. Luego vino el tulipán y el ranúnculo. El gladiolo es la recientemente fotografiada ya que cada composición pasa por una sesión profesional en la que cada ramo cobra vidas diferentes tras el sabio y elegante objetivo de Javier Mantrana. Luego, guapas y retratadas, van directas a Instagram etiquetadas con #masflorporfavor. El segundo reto es buscar localizaciones significativas para depositar cada ramo a merced de quien tenga el flechazo que se espera de él. Tanto vale el centro de la plaza de Torre Picasso (en pleno centro financiero de Madrid) como un vagón del metro o un cenicero. Pero Flor Motion muestra inicialmente predilección por las zonas consideradas hostiles en la ciudad para causar más impacto y humanidad y hacerlas más amables y amigables, a modo de «guerrilla floral».

En su obsesión por jugar al anonimato, cada florista del colectivo deposita su ramo en el lugar elegido usando una careta. Para ellas, casi todas son mujeres, es parte del juego de repartir alegría a través de las flores. La otra parte es grabar al agraciado que decide llevárselo aunque sin grabar la expresión de su rostro debido a la protección de datos. Por eso el ramo va acompañado de una nota pidiéndole compartir en las redes ese momento de comunión entre él o ella y las preciosas flores que se encuentran.

Cuando encuentran el ramo, no todos los agraciados optan por cogerlo por muy coqueto y abandonado que lo vean. Una persona titubeó cuatro veces antes de alejarse con él, nos cuentan. Lo cogía, lo dejaba, y se iba para regresar a por él antes de volver a pensárselo de nuevo. Otro ramo estuvo abandonado hasta media hora. Aunque hay algunos que vuelan en cuanto alguien los detecta con ojos golosos. El encontronazo con el ramo es un flash por eso casi todo aquel que se topa con él busca a su alrededor la cámara oculta antes de cogerlo.

Pero no quieren quedarse en esto, por más que otros floristas de Valencia, Zaragoza, Barcelona, Burgos, Oviedo y hasta la mismísima París quieran replicarles. En Galicia tienen ya cinco floristas aliados. Por tanto, atentos. «Hay más floristas de otras ciudades con ganas de dejar ramos también en la calle por eso les hemos pasado instrucciones como que el ramo debe ser anónimo», explica Aitana. Otra de sus iniciativas más próximas es crear instalaciones por sorpresa o fusionarse con otras disciplinas como la arquitectura para un proyecto guerrillero común transversal con el que asaltar las calles.