¿Se parecen Meghan y Kate a Lady Di?

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ALGO MÁS QUE «OUTFITS». Son numerosos los looks en los que las nueras de Diana de Gales imitan a su suegra. Pero, ¿es real ese parecido? ¿Se comportan igual que su madre política? ¿Alguna seguirá sus pasos? Dos expertas en protocolo responden

23 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ver a Kate Middleton o Meghan Markle imitando alguno de los looks más famosos de Lady Di, solo puede tener una lectura. La admiración que ambas profesan a su suegra y el interés de las dos en parecerse a ella, no solo como icono de la moda, sino también porque nadie como Diana de Gales supo ganarse el cariño y la admiración de los británicos y del resto del mundo. Hace unos días, George Clooney fue más allá y se atrevió a comparar a la duquesa de Sussex con su suegra: «La están persiguiendo y denigrando igual que hicieron con Diana. La historia se está repitiendo [...] veremos cómo acaba», dijo en alusión al trágico final de Lady Di. Pero, ¿hasta qué punto se parecen Megan y Kate a Lady Di? ¿Se comportan como ella? ¿Podrá alguna seguir sus pasos? Las expertas en protocolo y comunicación Olga Casal y Mar Castro responden.

«Lady Di marcó un punto de inflexión. Fue la primera mujer que no pertenecía a la realeza -aunque procedía de familia aristocrática- y formó parte de la Casa Real Británica. Ocurrió por primera vez con ella y ya nos hemos acostumbrado a ver a personas que no proceden de la realeza contraer matrimonio con príncipes. El efecto sorpresa ya lo hemos tenido. En cuanto al hecho de que fue un icono de la moda, Diana de Gales les abrió las puertas a estas dos señoras para que ocupen este lugar», explica Olga Casal, que reconoce que ninguna de las dos le recuerda a su suegra: «Lady Di empezó siendo muy tímida y muy comedida. Le vino muy grande el papel institucional y mediático. Sus nueras, en cambio, están más rodadas. También tienen otra edad. Han aprendido la lección de su suegra. El papel de ellas es un poco más fácil», aclara antes de reconocer que la presión mediática que reciben ambas es desmesurada. Además, esta experta en protocolo y comunicación considera que Meghan tiene «una imagen muy fresca, actual, encadenada al mundo real» y que también es «espontánea, pero sin salirse de su papel». A Kate, en cambio, la ve «aunque también muy natural, un poco más comedida». Y pone de manifiesto el hecho de que ambas procedan de culturas totalmente distintas, una británica y la otra americana, lo que hace que las dos sean muy distintas.

ACOMPLEJADA

Mar Castro apenas ve similitudes entre las nueras y su suegra: «Lady Di era una mujer acomplejada, atormentada y con una gran falta de autoestima» y eso se traducía en su manera de comportarse: «Las nueras son muy elegantes y superan a su suegra. A Diana le faltaba elegancia en la pose, que era muy decaída, muy insegura, muy de segundo plano. Se empatizó con ella por su historia más que por su forma de comportarse y fue un icono de la moda por el papel que ocupaba en la realeza. Con los años mejoró su estilo y ganó confianza. También contaba con los mejores estilistas. Pero esa timidez, ese miedo a que dejaran de quererla se le notaba en su comportamiento, en su mirada. Generaba cariño porque se veía muy indefensa», asegura esta experta en protocolo y oratoria, que considera que sus nueras en cambio son todo lo contrario: «Ellas sí tienen una mirada viva y tienen muy claro el papel que ocupan», aclara. En cuanto a las diferencias entre las dos cuñadas, Mar Castro ve a Kate más preparada y considera que Meghan está aprendiendo todavía: «Juega a su favor que es actriz y que tiene una gran facilidad para adaptarse», asegura.

Además, mientras Kate parece seguir la senda marcada por la Casa Real Británica, Meghan intenta imponer su propio estilo en muchos aspectos. Fue la primera mujer en llevar un bolso cruzado para tener las manos libres y poder saludar, cuando es costumbre que lo lleven en la mano. También se hicieron públicas sus pretensiones de llevar la tiara de esmeraldas, que finalmente lució Eugenia de York en su boda, en lugar de la de diamantes que Isabel II había elegido para ella. Y la mudanza de los duques de Sussex a Frogmore Cottage, en lugar del palacio de Kensington, ha generado numerosos rumores sobre su presunta mala relación con Kate Middleton. Incluso hay quien apunta también a algún desencuentro con Camilla, por no hablar de la dimisión de varios miembros de su staff. Quizás el hecho de marcar su propio estilo le esté pasando factura. Además, su breve noviazgo no le permitió adaptarse rápidamente a las costumbres de Buckingham, todo lo contrario que Kate, que tuvo casi una década para adaptarse. Las dos pisan fuerte cada una en su estilo, pero ¿alguna seguirá la senda de Diana? ¿Tú que opinas?