Y tú ¿qué usuario eres de Tinder?

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SOBREVIVIR EN TINDER Si le das duro, en uno o dos días puedes llegar a hacer un «match» con alguien que realmente te interese. De ahí a la esperada cita, hay un abismo. Muchos «likes» se quedan solo en meros chateos

14 ene 2019 . Actualizado a las 10:28 h.

Para no caer en el abismo, hay que llegar aprendido al Tinder. «Lo primero es aprender a detectar los perfiles tóxicos o engañosos. A los novatos se les nota mucho, sobre todo en la fase de la primera toma de contacto. Ahí están torpes, aunque algunos se hacen los ‘nuevos’ para ligar más, en plan ‘enséñame a usar esto’». Quien así de claro habla es la escritora y periodista gallega Sibila Freijo, que ha elaborado una especie de catálogo de «perfiles Tinder para salir corriendo»: el MachuPichu, el deportista extremo, el Mr. Selfie, el padre abnegado, el guiri on fire..

La cuestión es -seamos realistas- que hay que rascar mucho para llegar a algo decente. «Encontrar a alguien que nos encaje en Tinder es como lo de la aguja en un pajar. Hay que hacer una criba previa. Por ejemplo, poner en tu perfil claramente lo que quieres para que eso haga un poco de filtro o no hacer like a cualquiera, sino solo a los perfiles que realmente veas

que pueden encajar por algo contigo».

EL «FILÓSOFO BRASAS»

Hay ciertos roles que se repiten constantemente en Tinder. Entre los más habituales está «el-recién-separado-que-no-lo-ha-superado, el-casado-en-busca-de-aventuras, el-que-solo-quiere-sexo, el-extranjero-que-viene-por-unos-días-y -quiere-rollo, el-iluso-que-busca-el-amor-eterno, el-deportista-extremo, el-filósofo-brasas, el-carpe-diem-y-luego-Dios-dirá, el-padre-que-se-las-da-de-perfecto-porque-así-cree-que-ligará-más, el-crápula-guapo, el perverso, y etcétera», porque, según Sibila Freijo, «si nos fijamos un poco, estos roles son también los que uno puede encontrarse en la vida real».

Es lo que pasa con las chicas, que también tienen sus perfiles diferenciables: «La-del-selfi-en-el-baño-poniendo-morritos, la-fiestera, la-de-los-saltitos-en-la-playa o la-antitabaco-histérica», enumera Sibila. En fin, como la vida misma.

1.El que no superó el divorcio

Chaval, ha pasado demasiado poco tiempo para que te metas en Tinder. Ya no es solo que tu foto oficial sigue siendo la de aquel maravilloso viaje a los fiordos noruegos que te marcaste con tu ex, sino que la chica que acabas de conocer en Tinder podría hacer un tratado de Estado sobre por qué lo dejasteis y la repartición de culpas y responsabilidades varias. Pasando.  

2. El que en realidad está casado

Ay, ay, ay... Como en la vida real, los casados en busca de aventuras son uno de los perfiles clásicos que te puedes encontrar en Tinder. Aprender a detectarlos y a huir de ellos es una de las técnicas más desarrolladas por los veteranos en la materia. Para manejarse bien en Tinder, hay que usar la inteligencia emocional y aprender a leer entre líneas.

3. El que solo habla de sus hijos

Este es el perfil que la periodista y escritora gallega Sibila Freijo ha bautizado como «el padre abnegado» o bien, «el que se las da de padre perfecto porque así cree que ligará más». Lo malo es si no habla de otra cosa que no sean sus hijos o si los tiene a ellos en sus fotos de perfil, que los hay. Este argumento puede jugar en tu contra, que lo sepas.

4. El que solo pone fotos de gatos

¿Sabéis esas personas que solo utilizan las redes sociales para presumir de los encantos de sus mascotas? ¡Pues también están en Tinder! Algunos, la única foto de perfil real que comparten es la de su gato. Que es «so cute», sí, pero, vamos, que aquí a quien queremos ver es a ti. Así que bueno, abstenerse las alérgicas a los bichos.

5. El que va a lo que va

Que nadie se rasgue las vestiduras: Tinder se inventó para lo que se inventó, así que no debería sorprender ese perfil que busca tema para una sola noche. Los hay que, para no dejar lugar a ninguna duda, apelan exclusivamente a la imagen de su paquete con frasecitas subidas de tono. Eso sí que es ir al grano. ¡Chicos, por lo menos, que la foto sea real!

6.El musculitos

Un elemento necesario para que un usuario deslice a la derecha (like) y no hacia la izquierda (unlike) la pantallita de Tinder es que el candidato muestre su cara y no la foto de un pie. Por regla general, no funcionan los planos detalle de la dentadura perfecta, ni las fotos cortadas por el cuello de los músculos perfectos. Si te escondes detrás de un perfil falso, la llevas clara.

7.El héroe del cómic

Este es un rol que se repite constantemente, ya no solo en Tinder, sino en casi todas las aplicaciones para ligar. Utilizar como leitmotiv de tu existencia a tu héroe o personaje de cómic favorito. En esto, y en otras muchas cosas, las chicas nos comportamos igual. Pones un Spiderman y a ver qué pasa. ¿El truco para sobrevivir en Tinder? A muchos les funciona.

8. El intelectual de gustos raros

Otra forma de calificar a este perfil típico de Tinder, también muy extendido en las app para ligar, es el filósofo-brasas. El juego empieza con una frase enigmática o el título de una canción. En realidad, es un filtro en sí mismo. Si te has leído las obras completas de Lenin es mejor que ligues con alquien que se haya leído las obras completas de Lenin.

9. ¡Tu vecino!

Hay algo peor que encontrarte a tu tío Antonio en Tinder: ¡Que te salga tu vecino del 6.º! Ese que pensabas que tenía una vida convencional, con su pareja y sus hijos rubios y perfectos, ese que te saluda alegremente cuando te cruzas con él camino del garaje, ese que lleva el anillo de felizmente casado... Ese también busca rollo en Tinder. Consejo: amplía tu radio de acción.

10. El Mr. Selfie

Mensaje dirigido a todos los que ponen una selección de sus mejores selfis en su perfil de Tinder. La impresión que da es que no tenéis a nadie cerca que os pueda sacar una foto decente. Que no será así, vale, pero es la impresión que da. Y si el selfie es en el espejo del baño, marcando musculitos, estamos claramente ante uno de esos perfiles de Tinder para salir corriendo.