¿Van a prohibir el fútbol en el patio?

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HAY ALGUNOS COLES, como el Vilaverde de Mourente (Pontevedra), que echan balones fuera. Creen que el fútbol es el problema del recreo y lo han prohibido. ¿Va por ahí la tendencia?

24 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando se sale al patio el rey es siempre el niño que tiene la pelota. Eso es una de las leyes que aprendimos todos desde pequeños, cuando hacíamos oro-plata para repartirnos los jugadores de cada equipo o cuando echábamos a suertes las porterías. Pero esa ley ha cambiado y ya hay algún centro escolar que ha decidido que el fútbol se queda fuera del recreo porque genera muchos conflictos. Hace al menos cinco años que el CEIP Vilaverde de Mourente (Pontevedra) llegó a la conclusión de que era mejor echar balones fuera y adoptó una medida polémica: prohibir el fútbol en el recreo (no así como actividad extraescolar). Esa decisión la valora de manera positiva la directora del colegio, Clara Varela, que lleva en el puesto cuatro años. «Eu non estaba entón na dirección, pero si no centro, e lembro perfectamente aquel proceso. Para nós xa non hai volta atrás, porque estamos contentos de ter asumido esa decisión».

El fútbol, según explica esta profesora, era el causante de la mayoría de los problemas que surgían en la hora del recreo: «Sempre había o típico neno líder que seleccionaba equipos, que dicía: ‘ti si xogas, ti non’, e daquela apenas as nenas participaban nese reparto. Nós estamos moi comprometidos para traballar na igualdade e, como viamos que o fútbol sempre traía problemas, pensamos que o mellor era apartalo do patio».

En el Vilaverde optaron por dar muchas alternativas para los chavales: jugar al brilé, al balonmano, a piesquietos, y siempre con pelotas de espuma. ¿Y en esos casos no surgen conflictos? «Non, non. Só co fútbol, co resto dos deportes non houbo ningún problema, e ata diría que agora os nenos nin sequera o botan de menos, xa saben que é así. E que se queren, despois como actividade, poden practicalo pola tarde, tras as clases». La prohibición generó en su momento algunas protestas por parte de los padres que entendían que los niños son los que tienen libertad para jugar a lo que les gusta, y aunque ese malestar llegó al Valedor do Pobo, no tuvo más trascendencia. «Agora -dice Clara- ninguén protesta, está asumido, e os nenos abríronse a outras posibilidades de xogo, seguen cos típicos de polis e cacos, a mariola, a corda, a goma, o brilé, pero a nosa intención é traballar nun proxecto amplo de organización do patio».

«Yo no prohibiría jamás el fútbol ni ningún deporte, porque creo que cualquier actividad física en el exterior o en un patio cubierto es beneficioso para los niños», apunta Jesús Celemín, coordinador de la Asociación de Centros Públicos de A Coruña. Él es el director del colegio Rosalía de Castro y han optado por otro tipo de estrategia para los recreos. «Supongo que el Vilaverde tendrá sus razones y habrá sopesado su decisión, pero yo no creo que la culpa de un conflicto la tenga un deporte. Si surge, es porque o no hay mediadores o no hay un espacio suficiente, o un equipamiento adecuado. Y si hay roces, para eso estamos los maestros y maestras, que somos los que tenemos que salvar esas dificultades y buscarles solución».

ORGANIZAR LOS JUEGOS

Celemín sí cree que hay una tendencia en la mayoría de los centros a organizar cada vez más los patios: «Nosotros tenemos uno muy pequeño y nos hemos visto obligados a rotar los días que juegan al fútbol (los lunes primero y segundo; los martes, tercero y cuarto...) porque no nos parece bien que solo un deporte acapare todo el recreo; además, hay niños de cinco años mezclados con los de 12, que tienen mucha fuerza, así que les dejamos la mitad del espacio para que jueguen al fútbol -siempre con pelota de espumillón- y el resto queda libre para otras actividades: les damos aros, juegos tradicionales, de mesa...».

¿No es mejor que los niños salgan al patio libremente?, le preguntamos. «El tiempo de ocio también es educativo, ellos pasan muchas horas aquí y la escuela está tomándose cada vez más en serio el cuidado del patio, que los niños puedan tener tiempo libre pero también ofrecerles otras opciones». En esta misma línea se manifiesta Fran Lires, coordinador de los centros públicos de Galicia, que desde el CEIP Felipe de Castro de Noia, insiste en que no hay que prohibir, sino educar para que no haya esa vena competitiva en el patio. «Yo no creo que los centros vayan a apostar por la prohibición, aunque exista algunos que hayan tomado esa medida, los conflictos aparecen igual, no solo en el fútbol. Lo que hay es que rotar espacios para que lo practiquen y organizar el recreo, porque depende mucho de cómo sea cada colegio». «En esa línea sí que estamos casi todos, en aportar otras alternativas a los niños para que disfruten con otras actividades: libros, cajas de juegos, mariolas, pizarras de colores... Y que ellos luego escojan».

Los futbolísimos pueden quedarse tranquilos.