Este juguete es la fantasía de media España

SILVIA RAMOS

YES

getty

NO SE CONSUELA QUIEN NO QUIERE... Y más ahora, que el placer se maneja a control remoto. Os presento el teledildonic, que encabeza el ránking de las fantasías más recurrentes. Dos pistas: vibra y puedes manejar a distancia el de otra persona. ¿Quién dijo lejos?

13 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Para qué engañarnos, el sexo a distancia es difícil de llevar. Del teléfono -y una gran pizca de imaginación- pasamos después a la webcam y al Skype. Todo muy auditivo y visual, pero muy poco táctil. Y por mucho que se esmere nuestro interlocutor, tampoco encontraremos demasiada sorpresa en lo que uno se hace a sí mismo. Es aquí donde entra en escena lo último en juguetes sexuales, que a una servidora le pilló por sorpresa, pero parece que muchos ya se han dado el homenaje.

Os traigo el teledildonic, la segunda fantasía sexual de los españoles, según los datos recogidos por el Barómetro Control de este año. Ya avanzamos que el primero de los deseos sexuales es el trío, indiscutiblemente. Tampoco era muy difícil de imaginar. Pero el teledildonic le pisa los talones en segundo lugar, así que toca explicar qué es para todos los profanos a los que el término les suene a nave espacial. Este aparatito es la encarnación de lo último en tecnología sexual, un juguete en el que vienen dos vibradores: un dildo convencional para ella y otro con un orificio para él. ¿La gracia? Que uno puede controlar el juguete del otro esté donde esté, aunque sea en la otra punta del mundo, con una simple conexión a Internet.

Bendito avance para las parejas a distancia, pensaréis. Pues sí, pero no. Porque ahora es cuando llega la sexóloga Aránzazu García y nos cuenta que lo que sigue triunfando es el teléfono de toda la vida. «La mayoría de las parejas a distancia creo que esperan a estar juntas o lo mantienen por vía telefónica», asegura. Y es que esto del teledildonic hay que verlo como lo que es, una fantasía. Si comparamos la gráfica del barómetro, los que realmente lo utilizaron son casi tan pocos como los que dijeron haber llevado el trío a la práctica. Lo que suscita es el deseo, que no es poco. «Antes había juguetes sexuales con cable en los que la pareja graduaba la vibración y la intensidad. Con esta novedad, el alcance es mucho mayor y aporta algo nuevo que rompe la rutina, amplía las posibilidades», apunta la sexóloga, que añade que «esto aún no está ocurriendo, no está tan extendido, aunque creo que no tardará mucho». Desde luego, muchos sí que lo conocen y están deseando probarlo, aunque podría no ser tan propio de las parejas convencionales.

¿PARA AVENTURAS O EN PAREJA?

«Esto solo se puede ver en el contexto de un juego, y lo veo más para aventuras que para relaciones de verdad», indica la experta, que va todavía más allá: «El propio concepto de sexo a distancia, en mi opinión, es un oxímoron que muestra dos realidades contrapuestas, porque el sexo tiene que ver con el contacto. Es cierto que nos gusta innovar, experimentar... pero vaya, que tú te acuestas con la persona que quieres tener al lado».

Estés al lado o no, el teledildonic es una opción más y, sin duda, nos acerca. «Valoro mucho las opciones de apertura, porque el mero hecho de tener este objeto obliga a hacer algo nuevo, y eso ya es buenísimo», indica Aránzazu, que no obstante le pide más avances a los juguetes: «El dildo femenino solo estimula a través de la penetración, que no les gusta a todas las mujeres, pero no lo hace de forma clitoriana, que sí que nos satisface a todas. No hay mujer a la que no le guste». A los vibradores masculinos también les ve mucho margen de mejora: «Hay que lubricarlos y la limpieza suele ser peor», asegura. En cualquier caso, sea remoto o no, aquí se trata de perder el control.