¿Es malo llevarse el móvil a la cama?

Cláudia Morán

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APAGA Y VÁMONOS Insomnio, ansiedad y angustia son algunos de los efectos que nos puede producir el hecho de llevar el móvil encima hasta cuando vamos a dormir, aunque se quede en la mesita. Pero la culpa, según los expertos, no es solo del teléfono, sino de la relación que mantenemos con él. La total desconexión cuando te vas a dormir está en tu mano

01 oct 2018 . Actualizado a las 07:28 h.

¿Te has planteado alguna vez qué relación tienes con tu móvil? Si eres de los que lo tienen cerca y encendido hasta para dormir, puede que te esté afectando más de lo que piensas. Porque puede desde aumentar nuestra ansiedad y producirnos una desagradable sensación de que nos falta algo hasta robarnos varias horas de sueño a la semana.

Pero la culpa no es exclusivamente del móvil. En palabras de Manuel Serrano, jefe de servicio de Psiquiatría del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), «llevar el móvil a la mesilla de noche no es, per se, un trastorno», sino «la relación de hábito nocivo repetitivo que tenemos con él». Y ese hábito va mucho más allá de utilizar el dispositivo como mero despertador o porque tenemos a un ser querido a varios kilómetros de distancia, con una diferencia horaria por medio.

LA «ESPERA ANSIOSA»

«Si nos levantamos en mitad de la noche para ir al baño y aprovechamos para leer e incluso contestar mensajes en el móvil, eso puede acarrearnos ansiedad y dificultar que volvamos a conciliar el sueño», añade Serrano. La irritabilidad, la sensación de desasosiego cuando no lo tenemos cerca, las alteraciones de la convivencia, la concentración y el rendimiento son algunas de las posibles consecuencias perniciosas del móvil mencionadas por el doctor.

Otro caso es el de aquellas personas que utilizan el móvil en la cama «como quien lee un libro», algo que, para Manuel Serrano «engancha y nos impide dormir». «Existe un porcentaje amplio de gente a la que el teléfono le roba horas de sueño», afirma.

La psicoanalista Cora Aguerre, del centro vigués A-nudo y el centro psicoterapéutico de Baiona, establece una diferenciación entre niños, adolescentes y adultos a la hora de llevarse el móvil a la cama, ya que en los dos primeros casos «son los adultos quienes tienen que regularlo». «La adolescencia es el momento de la vida en que se está más dependiente de lo que dicen los otros, las fotos que cuelgan a las redes sociales, los ‘me gusta’... y eso puede generar un estado de espera ansiosa y una angustia por quedarse fuera del círculo», explica. Aunque también hay adultos dependientes, señala que «algunos utilizan el móvil para dormir, porque dicen que les relaja». «No tengo una casuística de qué abunda más, pero para dormirse, en general, es bueno bajar un poco los estímulos», opina Aguerre. Para dormir bien, es fundamental nuestra propia desconexión.

 CUATRO PUNTOS CLAVE

1. Ojo a la mesilla: Dejar el móvil en la mesilla no es malo en sí, pero navegar con él o consultarlo dificulta quedarse dormido.

2. Evita el hábito nocivo: Usarlo en la cama «como quien lee un libro» o para ver mensajes cuando te levantas por la noche «impide dormir», dice el doctor Manuel Serrano.

3. Factor edad: No es igual el caso de un adulto que el de un niño. En adolescentes puede generar ansiedad y espera ansiosa.

4. La receta del sueño: Según la psicoanalista Cora Aguerre, para conciliar el sueño lo óptimo es «bajar los estímulos» y desconectar.