Este reparto no es caprichoso, sobre todo teniendo en cuenta que si establecemos esa compensación durante el día nuestro cuerpo tiene que gastar energía en metabolizarla, con lo cual, además de evitar esos ayunos, conseguiremos adelgazar más.
¿Cómo? Lo primero, apunta Viso, es sumarse a las cenas en verde. «De lo verde puedes comer lo que quieras», tanto en ensalada como verduras cocidas o a la plancha. Eso sí, no se te ocurra pasarte con el aceite que, aunque es bueno, no conviene tomarlo en exceso. Lo ideal son dos cucharadas soperas al día, así que tienes que intentar hacer de nuevo un reparto en las comidas. «No se trata de echarle un chorro enorme a la ensalada, y si te has tomado una tostada con aceite por la mañana y algo a la plancha al mediodía, entonces ya no queda mucha opción para la noche», explica Viso. La ensalada no nos hará engordar, pero si le pones queso fresco, atún y huevo ya has llenado el tope de lo «no verde». Es mejor no superar los tres ingredientes diferentes a lo que no sean los vegetales propiamente dichos, así que controla y elige tres (no más) productos para llenar ese bol: palitos de cangrejo, mejillones, atún, queso, huevo, frutos secos... Los purés de verdura son bienvenidos en todas las cenas y también la fruta para el postre, siempre que no sea demasiado azucarada (evita las de hueso, el plátano y las uvas). Y ojo con los cereales, que suelen tener mucho azúcar o las galletas integrales que luego son hipercalóricas, sobre todo si te pasas mojándolas en la leche. Para adelgazar, cena, para tener buena salud, cena, y si sales fuera y tienes miedo a pasarte, Viso te recomienda tomar algo antes en casa -una fruta o un yogur- si no quieres atiborrarte.