¿Tienes los huevos en su sitio?

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MONICA IRAGO

EN EL FRIGORÍFICO NO TODO VALE Cada cosa en su sitio. Si guardas el cartón de leche en la puerta de tu nevera ya puedes ir cambiándolo al piso de arriba. Y no la llenes demasiado, es mejor que corra el aire en su interior

05 may 2018 . Actualizado a las 05:15 h.

Toda la vida en nuestra cocina y apenas sabemos nada de él. Lo abrimos y cerramos miles de veces y no nos fijamos si los productos los colocamos de manera correcta en su interior. Para empezar, en la puerta del frigorífico nada de lácteos, es decir, el cartón de leche urge que emigre al piso de arriba. Con los huevos, lo mismo. Sí, ya sé que los fabricantes suelen incluir un recipiente específico precisamente en la puerta, pero... «Cuando abrimos la nevera varía la temperatura. La puerta, dependiendo de la temperatura exterior y del tiempo que permanezca abierta puede llegar a los 8 o 9 grados cuando lo ideal es que no pase de 4», explica el doctor Manuel Viso, experto en hábitos saludables. Una vez colocados los huevos en su sitio hay que seguir con el resto de productos y espacios del interior del frigo.

HASTA LOS CAJONES

En la puerta, la leche y los huevos dejan sitio a las bebidas, refrescos, cervezas, mermeladas o salsas, siempre y cuando estén cerradas y sin uso previo. En el primer piso ubicaremos las carnes y pescados que en las siguientes horas o días cocinaremos. «No más de 48 horas después. Los fabricantes deberían situar este primer piso justo encima del congelador, que es la zona más fría y que se utiliza para los cajones», indica el especialista. Precisamente en estos últimos depositaremos las verduras, frutas y hortalizas como Dios las trajo al mundo. Nada de bolsas o rejillas que las humedezcan o deterioren a mayor velocidad. Hasta los cajones deben de ser utilizados de manera correcta. Seguimos subiendo. En la mitad, las sobras de las comidas ya preparadas correctamente cerradas en envases de vidrio o en bolsas de un solo uso herméticas. «Tanto las cocinadas como los productos frescos deben estar perfectamente aislados para evitar la mezcla de olores. Es necesario esperar a que enfríen los platos preparados para meterlos en la nevera, pero con una hora es suficiente, no hace falta que queden en la encimera toda la mañana porque eso favorece la contaminación bacteriana», precisa el experto.

CON UN PAÑO LIMPIO

Pero además de colocar cada producto en su sitio, los expertos recomiendan extremar la limpieza. «Hay una bacteria, la listeria monocytogenes, que crece a temperatura de refrigeración, a 4 grados. Y hay otras dos menos conocidas que también se multiplican con el frío». Es importante limpiar la nevera con agua y jabón y secar con un paño limpio. Urge lavar de inmediato cualquier derrame, bien sea leche o salsa. «Y hay que acordarse de limpiar el tirador de la puerta porque después utilizaremos la misma mano

para coger los alimentos».