Roi: «'Lo malo' lo petará en las discotecas, pero 'Tu canción' me gusta para Eurovisión»

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El sapoconcho más famoso de España tiene ganas de salir del caparazón. El objetivo es vender su propio producto, aunque no descarta compaginar la música con la televisión, donde en breve aparecerá en la segunda temporada de «Paquita Salas»

24 mar 2018 . Actualizado a las 16:45 h.

Por casualidad y ante la insistencia de su compañero de piso, Roi Méndez (Santiago, 1993) se presentó al casting de Operación Triunfo. Actuó con su orquesta Olympus antes y después del casting, pero incluso con la resaca instrumental consiguió entrar. Este joven extrovertido y bromista, que fue un pilar para Roberto Leal, se ganó a toda España cuando dijo la palabra sapoconcho

-¿Te ha cambiado mucho la vida de un mes a esta parte?

-No tanto. A nivel musical pues la gente te conoce y hay oportunidades laborales, sí, pero mi vida personal sigue igual. 

-¿Qué es lo mejor que te llevas de la Academia de «Operación Triunfo»?

-Una relación de amistad con todo el equipo, me llevé un aprendizaje gracias a los profesores, un montón de valores y más confianza en mí mismo. 

-Cepeda es más que un compañero.

-Sí, un amigo, un hermano. 

-Roberto Leal te dio las gracias por haber estado ahí y ayudarle a veces a levantar el programa.

-Es un halago viniendo de Roberto, porque para mí es una persona increíble, y además el que nos ayudaba un montón antes de salir a cantar era él. Nos tranquilizaba, incluso en el backstage, antes de empezar el programa. Así que, que diga eso de mí cuando yo pienso exactamente lo mismo o más, es un honor. 

-¿Cuál es la canción que más te gustaba para Eurovisión?

-«Tu canción».

-¿No te mojas?

-No, es que era la que pensaba que iba a ganar. 

-Pero «Lo malo» lo está petando.

-Pero Lo malo lo veo más para eso, para petarlo, para sonar en las radios y en las discotecas. 

-Eres un chico muy bromista, muy alegre, muy extrovertido, ¿contigo el aburrimiento no existe?

-Hay veces que sí, hay veces que tengo un día un poco más serio y la gente ya me pregunta: «¿Qué te pasa?». Y yo les digo: «¿Que tengo que estar todo el día de broma?». 

-Nunca pensaste que cuando dijiste la palabra «sapoconcho» se te iba a quedar de apodo, ¿no?

-No, pero en la primera firma de discos, cuando la gente empezó a gritar, ahí ya me di cuenta del asunto, y ahora todo el mundo ya me llama así. 

-De haberlo sabido, ¿hubieras dicho otra?

-No, no, sapoconcho, sapoconcho. 

-Por tu perfil eras como el Bisbal, ¿no? Un chico joven que venía del mundo de las orquestas...

-Sí, pero bueno, yo en la orquesta era músico, no era cantante, aunque también cantaba alguna canción. Venimos un poco de lo mismo, sí.

 -¿Qué te dicen ahora tus compañeros de la orquesta, o tu pareja, al ver adónde has llegado?

-Se sienten orgullosos, me desean lo mejor, pero me toca a mí demostrar, porque todo empieza ahora.

 -¿Dónde fijas el objetivo?

-Me gustaría vivir de mi música. No ser mi propio jefe, pero vender algo mío, me gusta la música. También me gusta la televisión o el cine.

 -¿Te conformarías con cualquiera de estas salidas?

-No, no, la música es mi prioridad. Todo es compaginable, puedo abrir el abanico para tener más opciones, pero la música por delante.

 -¿Qué es lo que más te ha sorprendido al salir de la Academia?

-El cariño de la gente, de niños que ven el programa, se repite mucho eso de que nos tienen de ejemplo. Les das las gracias, pero es que es superreconfortante que te digan que ayudas a una generación sin saberlo.

 -¿Fue tu primer intento en «OT»?

-Mi primera vez y de casualidad, además.

 -¿Cómo fue?

-Mi compañero de piso se iba a presentar al casting, y yo también iba a ir, pero tenía que tocar el día anterior, no me daba tiempo a dormir y dije: «¡No voy, no voy!» Me dijo: «Vete anda, ¿cómo no vas a ir?».

 -¿Fuiste al «casting» como de resaca?

-Sí, de resaca de tocar. Al día siguiente tuve el casting por la mañana y por la tarde, y aun así fui a tocar también. Durísimo.

 -Te vimos bailar mucho, ¿te va la marcha?

-Yo bailo fatal, pero me gusta hacer el tonto moviéndome. No suelo bailar nunca, pero si estoy muy animado lo hago, aunque de broma.

 -¿Ha habido más Amaia y Alfred dentro de la Academia de los que nos enteraremos en el Reencuentro dentro de 10 años?

-No sé qué estará pasando ahora, dentro lo que se veía era lo que había.