Los grandes de la cerveza artesana gallega

Pablo Portabales PERIODISTA

YES

MARCOS MÍGUEZ

10 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Esto se anima. Seguro que la báscula lo va a detectar. Con la primavera a la vuelta de la esquina tengo sobre la mesa algunas invitaciones sugerentes. La que más, un festival donde se llevará a cabo un taller de armonías gastronómicas entre el cocido gallego y los vinos de Jerez. Que no sé yo... Dentro de unos días viviré la experiencia y se la contaré. También les hablaré de Patatas & Grelos (una combinación más normal). Son unas jornadas que incluyen en el menú ñoquis de patata con crema de grelo, bizcocho esponjoso de grelos y mousse de queso, y hasta el Chip de grelo que proponen los de la firma Daterra, fundada por una mujer, Cristina Bañobre. Les iré contando. Porque ahora quiero hablarles de una iniciativa de maridaje de nueve platos con otras tantas cervezas que se celebró en la Cervezoteca Malte de la hostelera calle de la Galera. Aproveché para ponerme al día del bum de las cervezas artesanas.

SUDAFRICANO, AMERICANO Y GALLEGO

«Sigue subiendo el consumo y las piden personas de todas las edades. Fíjate que en la comarca de Barcelona, por ejemplo, ya hay más de treinta locales con diez grifos de cerveza artesana cada uno», destaca Juan Fernández, propietario de Malte. Pues en la citada cata se sirvieron preparaciones americanas, de Estonia, Bélgica, Canarias y la compostelana Jakobsland So Damm Joe. Juan me cuenta la historia, que parece un chiste. «Son tres chicos, un sudafricano, un norteamericano y un vigués que se juntaron en Santiago. Tienen en común su pasión por la cerveza. No disponen de fábrica propia y ahora están produciendo en Guadalajara. Pero pienso que es temporal porque van rotando y, además, no dan abasto. De cada vez elaboran 3.500 litros y se los quitan de las manos. Ya es la segunda productora gallega», relata el experto. Iago Vilariño y su ayudante, Alejandro Méndez, contaron con la colaboración de Aida Pereletegui, del restaurante A Maceta de Santiago, y de Gerardo Quintela, de El Descansillo de A Coruña, para elaborar los platos que acompañaron a las cervezas. Son los de la imagen. Zamburiñas marinadas, endivias y lima, alcachofas, hummus y panceta o un guiso de tendones, morro, patata y edamame, las vainas de soja formaron parte del menú. Según me cuenta, el ránking gallego de productores artesanos lo encabeza la ourensana In Peccatum. Hay otras dos que destacan, Santo Cristo, de Ourense, y mis amigos de Cervexa Nós que cuentan con un divertido local en el Casco Vello de Vigo. Hay una nueva generación de consumidores que apuesta por otro tipo de cervezas, no por las que todos conocemos. «Esta tiene sal marina», escucho que le dice la camarera a un joven cliente que tengo al lado en la barra de un bar. La pidió. Yo seguí con mi Estrella.