-El cásting empieza en la cola: cómo se mueven, cómo se dirigen a mí, cómo te miran, cómo caminan o cómo se visten. Hay que saber también ir a un cásting y no a ver si suena la flauta. Obviamente en 30 segundos puedes ver e intuir, pero por eso luego hacemos una segunda fase y lo vemos con más calma. Pero si alguien tiene talento de verdad se ve enseguida.
-Dices que en España hay mucho talento. ¿Se potencia la educación musical lo suficiente?
-Ya empieza a estar más en las escuelas y es importante para los críos. Yo tengo dos niños y hacen música fuera del cole, pero no podía ser de otra forma porque mi marido es músico y queremos que lo potencien. Pero también los jóvenes tienen ahora otras herramientas para llegar a la música como Internet, las redes sociales. Hay gente con 18 años que se editan sus vídeos, los cuelgan en YouTube… No tiene nada que ver con los jóvenes de hace años que venían a OT.
-Y cuando no hay una gran educación musical en el colegio, ¿deberían los niños al menos cantar siempre?
-No conozco a nadie que no le guste la música salvo que esté en nuestras vidas permanentemente. Es algo que une, que relaja, te dejas llevar y dejas ir tus sentimientos. Cuando estás triste, te pones una canción melancólica y te pegas una llorera estupenda que te deja súper a gusto. O lo mismo cuando estás de fiesta. Por eso es fundamental que desde el principio esté en la educación de los críos.
-Y tú oyendo cada día canciones, ¿estás a tope de dopamina y endorfina, las hormonas del placer y de la música?
-Ahora estoy con muchísimas ganas de oír música, aunque de vacaciones. Pero voy a descansar y a cargar pilas a tope, porque la que se avecina es de órdago. Lo que mejor me carga es dormir. Y si tengo tiempo, hacer ejercicio.
-¿Quién te inoculó el espíritu musical?
-En mi casa siempre ha gustado mucho la música y además mi tío toca la guitarra, por eso allí se cantaba siempre. Además tenía muchos discos y desde pequeña le terminé cogiendo gusto.
-¿A quién has seguido a muerte?
-Siempre me ha gustado gente muy variada: Alejandro Sanz, Bruce Springsteen, los Beatles... pero nunca he sido fan, fan de póster de nadie ni de soltar alaridos. Tampoco he sido nunca de las de la cara pintada. No hay nadie por el que mataría. He estado bastante loca, ¡pero no tanto (risas)! Aunque si viene Springsteen a España voy a verlo donde sea, porque desprende una energía estupenda.
-¿Cómo empezaste a hacer cástings?
-Empecé de chiripa. Una amiga que trabaja en Gestmusic me dijo que necesitaban una azafata para los cástings, luego recibiendo a la gente, luego ayudando a la cámara, luego en los cástings y, así, desde abajo. Mis jefes, los de La Trinca, me enseñaron todo y Pilar Zamora me enseñó a hacer el cásting y a querer este trabajo.
-De todos los que has hecho, ¿qué artistas te sientes mas satisfecha de haber elegido?
-De todos me siento orgullosa, hayan tenido la carrera que hayan tenido, aunque han conseguido más repercusión los que han salido de OT.
-¿Te ha dado Nina algún consejo?
-Enseguida me mandó un mensaje privado cariñosísimo. Nina y yo nos conocemos, hemos trabajado juntas. Cualquier consejo que ella me dé será como oro.
-¿Qué has aprendido a lo largo de todos estos años en OT?
-Que hay que tener la mente abierta, que lo que te guste a ti no tiene por qué gustarle al público y que el talento en este país no se acaba.