-Y, ¿lo que no se te ocurriría hacer nunca?
-Mmmm... yo creo que estoy dispuesto a cualquier tema o asunto.
-Entonces, ¿estarías dispuesto a todo?
-Bueno... ¡Ja,ja,ja! Todo, todo es muy amplio. Si la película merece la pena y se me tuviese que ver el culo en una escena... no sé yo, aunque el desnudo solo es un recuerdo del bebé que fuimos.
-¿Te cuesta ponerte serio?
-No, pero intento introducir ese humor siempre. Ahora, cada vez más, trato de ocuparme de las cosas y cada vez menos de preocuparme. Los resultados son mejores si te ocupas que si te preocupas. Me ocupo de algo y en el camino trato de no comerme la cabeza, de no bombardear mi mente con mensajes negativos, es algo autodestructivo.
-Hoy no te preocupas... ¡mañana?
-¡Ja, ja, ja! Ni hoy ni mañana. El mañana depende del hoy y si hoy no me preocupo, mañana tampoco [risas].
-¿Hay algo que te dé mucho la vara?
-La sobradez, la prepotencia, la tontería. Es verdad que en las artes escénicas están los egos puestos en el escaparate, por lo que es muy fácil que el veneno del ego te pique.
-¿Cómo es tu relación con Juan Antonio Muñoz?
-Realmente buena. Hubo momentos peores, mejores, pero nunca fue mala. Cuando nos separamos fue porque teníamos muchas diferencias en cuanto a cómo veíamos el trabajo cada uno. Siempre hemos mantenido una buena amistad, Juan es una gran persona. Somos distintos pero, también eso conformó gran parte del éxito que tuvimos en Cruz y Raya. Han pesado mucho más los buenos momentos.
-¿Tendrás algún huequito libre para darte unas vacaciones?
-Este mes voy a estar de promoción de Abracadabra con Pablo, estoy encantado y a la vez preparando el Especial de Nochevieja, así que tengo varias cosas ahí en mente, poco a poco.
-Pasito a pasito...
-Oye, que los pasitos nos unen. ¡Ja, ja, ja! Cuando vaya a actuar en A Coruña espero que vengas al teatro. Tenemos previsto terminar y hacer una ruta por toda España. Además, siempre me hace mucha ilusión ir a Galicia. Mi compañero Juan y yo empezamos en la TVG, en el programa Viva o domingo y en Arestora.