La maté porque era mía.
Quien bien te quiere te hará llorar.
La mujer con la pata quebrada y en casa.
Solitas bajan al agua sin que las hagan bajar.
Febrero y las mujeres por día diez pareceres.
Mujer llorona es puta o ladrona.
No hay mujeres feas, solo hombres sobrios.
La mujer del César no solo tiene que ser honrada, sino parecerlo.
A la mujer bailar y al asno rebuznar, el diablo se lo ha de mostrar.
De dos que se quieran bien, con uno que coma basta.
Cuando seas padre comerás huevo.
Aguacates y muchachas maduran a puro apretón.
Al caballo, con la rienda, a la mujer, con la espuela.
A la mujer casta, Dios le basta.
La mujer honrada, con la pata quebrada y en casa.
Mujer que no se pinta y no es coqueta, se queda en la banqueta.
Para presumir hay que sufrir.
Mujer que guisa se casa aprisa.
No me barras los pies que no me caso.
Cuando llegues a casa pégale a tu mujer. Si tú no sabes por qué, ella seguro que sí.
Si se viste de rosa, mimosa segura.
Busca mujer por lo que valga y no solo por la nalga.
Ni mujer que otro ha dejado ni caballo emballestado.
A las mujeres y a los charcos no hay que andarles con rodeos.
La mujer y el aguardiente, de repente.
A la mujer, ni todo el dinero ni todo el querer.
A la mujer y al caballo no hay que prestarlos.
A la mujer y la gata no les lleves la contraria.
A la mujer muy casera, el marido bien la quiera.
A la mujer búscala delgada y limpia, que gorda y sucia ella se volverá.
A la mujer fea, el oro la hermosea.
Mujer tan ancha es que no usa la escoba y menos la plancha.
Mujer que no tiene encantos se queda para vestir santos.
Mujer hermosa nunca es pobre; y si lo es, es que es tonta.
Mujer que al andar culea bien sé yo lo que desea.
Mujer que ve la luna llena, no es buena.
Mujer asomada a la ventana o es puta o está enamorada.
Mujer al volante peligro constante.
Mujer sin hijos, jardín sin flores.
Mujer sin varón, ojal sin botón.
Mujeres y avellanas, muchas salen vanas.
El arañar y morder es costumbre de mujer.
Cada día se muda el viento, y la mujer a cada momento.
A la mujer y a la gallina tuércele el cuello y te dará la vida.
Dile que es hermosa y la verás gozosa.
Dame en la mesa, señora en casa y puta en la cama.
El llanto de la mujer no es de creer.
La mujer es como el puro, hay que encenderla a menudo.
A la mujer y a la mula, mano dura.
Cada hombre lleva un loco dentro y cada mujer, un ciento.
Si quieres matar a tu mujer, dale sardinas por San Miguel.
Si le dices tu secreto a una mujer, de dominio público ha de ser.
(Reducida selección de refranes y dichos populares referidos a la mujer. La relación es casi infinita y se sigue renovando. Concepción Arenal escribió en 1868 en La mujer del porvenir: «Tal es la situación de la mujer: abiertos todos los caminos del sentimiento, cerrados todos los de la inteligencia»).
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