Las droguerías agotan los últimos Varón Dandy

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ANGEL MANSO

¿VUELVEN? O NUNCA SE HAN IDO El masaje más clásico es uno de los productos que perviven y que están disfrutando de una segunda juventud.

19 nov 2016 . Actualizado a las 10:16 h.

Miguel Calvo lleva medio siglo usando Varón Dandy y ni se le ocurre cambiar. Es más, cuando se enteró de que puede que la marca deje de fabricar el famoso masaje, corrió a comprarse varias botellas. Y eso que es un producto que le cunde: «Lo uso cuando me afeito, día sí y día no, lo echo en cantidad y aún así cada botella me dura un año y pico. Es que es más de un litro», cuenta ante las risas de su mujer, Carmen, que exige que relate por qué se aficionó tanto a la marca. «Yo venía del pueblo, de O Vicedo, así que cuando llegué a Ferrol pidiendo otro en la droguería me topé a una chica que me dijo que le gustan los hombres que usaban Varón Dandy y fumaban LM. Le hice caso, aunque no me conquistó, porque yo ya tenía novia», confiesa Miguel que entonces tenía 20 años y ahora ya suma medio siglo aplicándose un masaje con un olor bien característico.

«Los niños huelen a Varón Dandy cuando los abraza», cuenta entre risas su yerno, que nunca usó esta marca, pero que le despierta recuerdos agradables. Por eso se lanza a comprarla cuando la propietaria de La Ibérica, de las droguerías históricas de Ferrol, anuncia que le queda poco y los comerciantes le han advertido que pronto dejará de fabricarse. «Es una pena, porque sigue teniendo a personas muy fieles, algunos que no son mayores, pero que vuelven a lo que usaban sus padres», cuenta Luisa Fernández Criado, que también heredó la droguería de su familia. A este mostrador se acercan los devotos del Varón Dandy, pero también los que no destierran el abrillantador para el pelo Patricio o el tónico Ron Quina, que también se vende en grandes cantidades y cuenta con plantas que se mencionan en muchas promociones de productos de alta cosmética. «Mis hijas me dicen que hay cosas mejores, pero a mí me va bien esto», cuenta Miguel, que reconoce que durante cinco décadas ha tenido que ir de establecimiento en establecimiento buscando su Varón Dandy. «Hubo un tiempo en el que lo tenían en los súper, pero ya no, hasta localicé -revela- un sitio en Ortigueira, y allá me iba».

Por este motivo en espacios como la Ibérica de Ferrol o la droguería Celta de A Coruña (muy cerca de la fuente de Cuatro Caminos y al lado del Delicias, otro café con solera) tienen venta especial en vacaciones. «Es cuando aprovecha mucha gente para llevarse el maquillaje de siempre o el producto tradicional que les recuerda al que se usaba en su casa, o simplemente han descubierto que les funciona», precisan los vendedores, que dan otro argumento convincente. Tanto el Varón Dandy como la gama de esa época se fabrica en España y son económicos.

DESDE LOS AÑOS 40

El creador del Varón Dandy fue el valenciano Luis Garcés Mantiña, fallecido hace unos años, y que creó su loción en una época dura, en el año 1943 y en uno de los peores momentos de la posguerra española. Cuentan las crónicas y sus allegados que llegó a escribir en sus apuntes: «Quiero que los españoles, aunque devastados por una guerra, puedan levantarse por las mañanas y abofetearse la cara con mi loción». Siempre apeló a la hombría en las promociones de un producto del que su familia asegura que fue el primer aftershave que hubo en España. También presumen de que este valenciano inventó e hizo popular el peinado con raya para diferenciar a los soldados. Queda claro que el perfumista dio con una fórmula que lo ha resistido casi todo, hasta uno de los primeros anuncios que se hizo para Televisión Española y donde se repetía un lema hipermasculino: «Varón Dandy, el colonio».