DEL POLITONO... Al monotono. Como si de una ley no escrita se tratase, apenas se oye otra melodía que no sea la predeterminada. Descubre por qué no la cambiamos.
29 oct 2016 . Actualizado a las 05:20 h.Hace unos años, sonaba el móvil y lo menos que hacíamos era dar un salto. El susto que desencadenaban las primeras notas de esa melodía de última moda era tal, que le dabas al botón -sí, antes había que pulsar- al instante. Así respondíamos a las llamadas en la era del politono. Cómo olvidar aquello de Envía politono al 5545. Y cuántos mensajes se enviaron para obtener aquellas melodías maquineras en formato MIDI. Sí, entonces todavía no había llegado el MP3, ni las letras vocales. Aunque es probable que recordemos esta innovación de antaño como parte del paleolítico, no debemos subestimar al emblemático politono. Ellos solitos proporcionaron alrededor de 700 millones al año a lo ancho y largo de la Unión Europea, mientras que incontables empresas se beneficiaron del asunto en una lluvia masiva de descargas. Todos querían tener un politono. Y después, un tono de espera para amenizársela al pobre incauto que hacía la llamada. ¿Cómo hemos podido pasar de tener semejante carga melódica en un móvil de la época a llevar el tono predeterminado en el más moderno de los smartphones? ¿Por qué la mayoría de los móviles suenan igual? ¿Qué necesidad habrá en pleno bum tecnológico de echarse todos las manos a los bolsillos para comprobar si nos llaman a nosotros o al de al lado?
NO LO PERSONALIZAMOS
Pues ninguna. Pero Manuel Gago, profesor de Ciencias de la Comunicación de la USC, tiene la respuesta a semejante involución. Y no tiene nada que ver con los gustos musicales. «As chamadas reducíronse moitísimo e cada vez son menos importantes no teléfono, polo que as ganas de personalización se esfuman», indica el docente, que añade que la mayor parte de las comunicaciones en el ámbito laboral se realizan a través del correo electrónico y que en las personales reina el WhatsApp. «Agora personalizamos outras cousas, como os perfís das redes sociais, pero as chamadas de voz xa non son importantes. A proba está en que a maior parte dos ingresos das compañías telefónicas proveñen dos datos, polo que case todo o mundo cos tonos que veñen por defecto no teléfono. Xa non se cambian case», asegura Gago.
Tampoco solemos ponerle música a las notificaciones de las redes sociales porque, afirma, «hoxe en día multiplicouse o número de mensaxes que recibes». El profesor dice que por norma general estamos ya tan poco acostumbrados a que nos llamen que cuando ocurre, piensas: «É mamá, avoa ou alguén que quere venderme algo», apunta. Lo que está claro es que, sea quien sea, va a sonar igual.
TRES FACTORES QUE LO EXPLICAN
1. Menos llamadas
Cada vez recibimos menos llamadas, y eso explica nuestra desgana a la hora de personalizar el tono, dice el profesor de Ciencias Políticas de la USC Manuel Gago.
2. Muchas más opciones
Los modernos smartphones nos permiten personalizar otras cosas a las que les damos mucha más importancia que al tono de llamada, como los perfiles de WhatsApp.
3. Sobredosis de mensajes
La gran cantidad de mensajes que recibimos, tanto del correo electrónico como del WhatsApp, hacen que optemos por tonos sencillos y no por las canciones de moda.