No le des más vueltas al yogur

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¿SABES CUÁL ELEGIR? Bífidus, cero por ciento, bebible, desnatado... Si las opciones ya son infinitas en los yogures de toda la vida, llegar al estante de los dietéticos y escoger uno ya se convierte en una auténtica odisea. Lee y descubrirás que muchos de los que compras, en realidad, ni siquiera son yogures. He aquí el diccionario básico de terminología fermentada. Dejarás de quedarte pánfilo ante la cámara frigorífica.

29 oct 2016 . Actualizado a las 05:20 h.

Para empezar este micro curso de terminología yogurtiana solo se puede empezar por el principio. ¿Qué es un yogur? Que parece fácil de responder, pero no lo es tanto. Manuel Viso, jefe de Hematología del Hospital San Rafael de A Coruña y experto en Nutrición, lo consigue: «Un yogur solo lo es si está fermentado con dos bacterias: el lactobacillus bulgarius y el estreptococus thermophilus. Todo lo demás, no es un yogur. Son leches fermentadas». Este es el caso de los yogures bebibles, que bebibles sí que son, pero no son yogur porque no fermentan con ninguna de estas dos bacterias. Primera en la frente. Vamos a hablar, entonces, de esas leches fermentadas que vienen en mini botellas. «No existen datos consistentes que indiquen que aporten algo a nivel intestinal en adultos sanos. Otra cosa son los mayores, a las que ya de por sí se les ralentiza el tránsito. A ellos pueden ayudarles en algo, pero su efecto no es para nada significativo», sentencia el médico. Segundo chasco. Y espera que el tercero es peor. «Alguno de esos términos especializados que venden en los anuncios no existen a nivel científico. Son inventos de márketing», asegura. Vamos, que ni compramos yogures ni hay evidencia científica de que funcionen en la gran mayoría de los casos. Esto es común también a los bífidus que compramos pensando que son la panacea para nuestra flora intestinal.

CUIDADO CON LOS CERO

Llegamos a los cero por ciento. Mucho ojo. Porque es verdad que son cero por ciento en grasa, pero no en azúcares. De hecho, suelen llevar bastante. «Entre siete y nueve gramos, más bien nueve», precisa Viso. ¿Y qué hay de los que supuestamente reducen el colesterol? «Pone que ayudan a reducir hasta 10 % si lo combinas con dieta sana y ejercicio. Pero es que con dieta sana y ejercicio, ya lo reduces solo. Es una redundancia y, si lo bajan, es muy poco», añade. Con este panorama, ¿cuál compramos? El experto nos lo dice claro: quédate con el desnatado y deja las natillas y el griego para un día especial. En definitiva, cambia de estante.

1 BEBIBLE

No son yogures, son leches fermentadas. No hay evidencia científica de que contribuyan a reforzar el sistema inmunitario, y sus efectos para reducir el colesterol son limitados. Muchos de los términos de los anuncios no existen a nivel científico. 

2. BÍFIDUS

También son leches fermentadas, además de probióticos. No existen datos consistentes que indiquen que aporten algo a nivel intestinal en adultos sanos. Sí que previenen y mejoran la diarrea, incluida la ocasionada por antibióticos y quimioterapia.

3. BIO

La Unión Europea retiró este término en el 2012 y lo sustituyó por el de Activia. Los argumentos en aquel momento para la prohibición de la denominación Bio fue que los yogures (mejor dicho, las leches fermentadas) no eran ni biólogicos ni ecológicos.

4. 0 %

Mucho cuidado. Estos productos no engañan cuando dicen que tienen un cero por ciento en grasas, pero a cambio contienen una cantidad considerable de azúcar. Suelen acercarse a los 9 gramos, cuando el máximo que debemos consumir al día son 25.

5. RICOS EN PROTEÍNA

«Habría que verlo, porque el yogur de por sí ya lo es», dice el doctor Viso, que añade que llevan proteínas con alto valor biológico, vitaminas y minerales, «y se digiere mejor que la leche con mejor asimilación de grasa y calcio».

6. DESNATADOS

Son los que hay que comprar. Solo tienen entre 4,5 y 5 gramos de azúcar y de 38 a 43 calorías. Además, apenas contienen grasas saturadas. Los griegos, las natillas y demás bombas calóricas son, dice el experto, para un día especial.

7. ESPECIALES PARA BEBÉS

Los yogures especiales para ellos solo tienen un poco menos de acidez, pero podrían consumir los normales. «Si un yogur es más asimilable que la leche y un bebé la toma desde que nace, ¿cómo no van a tomar yogures?», plantea Viso.

8. ¿AZUCARADO O MEJOR NO?

Depende de la cantidad, pero no ha de superar la media cucharilla. Por otro lado lo normal es tomar un yogur diario, pero si de las 4 raciones de lácteos que has de tomar al día solo llevas una o ninguna, puedes tomar alguno más.