Semillas, ¿superalimento o moda pasajera?

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PEPA LOSADA

UNA JOYA QUE NO HACE MILAGROS, advierten los expertos sobre este complemento de una dieta saludable. Veamos sus propiedades, si son esenciales y cómo las consumes. ¿Directas al yogur? Primer error. Los expertos nos guían.

27 ago 2016 . Actualizado a las 05:10 h.

Parece que hemos descubierto el origen de la vida. ¿Qué diría Hawking, que descifró el universo en una cáscara de nuez? Hoy las semillas se han hecho de oro y se han esparcido como polvo de dudas sobre la despensa de toda la vida, en la que no faltan las señoras lentejas, que hoy miran desde la altura de un valor a prueba de generaciones a los granitos de moda. ¿Es esto del lino y la chía la panacea? «Las semillas son una joya de la naturaleza», asegura contundente Isabel Llano, que ha llegado lejos como Isasaweis. Las semillas no faltan en sus recetas, que nos orientan, por ejemplo, para hacer pan integral con ellas (http://www.isasaweis.com). Además de su aporte de fibra, ácidos grasos y minerales, las semillas no cambian el sabor de las comidas, son tan versátiles que da gusto, por lo que van tan bien en un caldo o en un guiso como en un batido detox. Pero hay cosas que conviene saber: «No basta con echarlas al yogur, directamente. Hay gente que las toma así [me doy por aludida] y no funcionan o pueden dificultar la digestión. Hay que molerlas, porque lo que llevan dentro, su aceite, es lo importante. O remojarlas en agua unos diez minutos», explica María Corbacho, autora del superventas Haz click y vive sano y del blog 1 reflejo en el espejo, donde invita a preparar quinoa y semillas con guisantes, gambas y atún natural bajo en sodio, aderezado con pimienta negra y cúrcuma.

Quinoa, una de las últimas palabras llave en este universo multicereal que expande su oferta a precio notable. «El problema de las semillas es que son caras, es su contrapunto, pero una o dos cucharadas de lino o chía al día ayudan a deshincharse. Las semillas en general tienen mucha fibra y nivelan el colesterol y la presión arterial», dice María, quien consume de manera más ocasional las de amapola y calabaza. Ella prefiere no mezclarlas, elegir un tipo cada día. Desde La Aldea Biomarket, establecimiento bio premiado este mismo año, advierten, en cambio, que el mix de semillas es una manera sencilla de incluir una gran variedad de estas en la dieta diaria «cuando el tiempo apremia y no podemos pararnos a elaborar platos que incluyan las diferentes semillas».

Nastco

Se tomen como se tomen, esta especie de it girls de la nutrición un complemento. «Las semillas no hacen milagros. Sin una alimentación sana y sin deporte sirven de poco». Entonces, ¿podemos o no vivir sin chía, lino, sésamo, quinoa? «Yo no tengo nada en contra, pero no son indispensables -afirma la nutricionista Fátima Branco-. Las semillas aportan fibra, ácidos grasos y minerales, pero eso lo tienen otros alimentos. La fibra está en frutas y verduras; y los ácidos grasos, en los aceites de oliva, girasol o en los frutos secos».

Así germina la duda. Lo que todos tienen claro es que solo con semillas no se tiran millas.