Una hamburguesa completa, caminar dos horas

Pablo Portabales PERIODISTA

YES

09 jul 2016 . Actualizado a las 05:10 h.

Uno es un médico ourensano afincado en A Coruña. El otro es un farmacéutico coruñés que desarrolla su labor profesional en la zona de Ourense. Son amigos, guapos, morenos, exentos de grasa, y están empeñados en «movilizar a la sociedad gallega hacia unos hábitos de vida saludable», aseguran Manuel Viso y Pablo García Vivanco, facultativo y boticario, respectivamente. Dicen cosas como estas, prepárense. Para quemar las calorías que nos aporta media pizza hay que levantar pesas durante cuatro horas. Una hamburguesa completa, caminar «vigorosamente» un par de horas, media tortilla de patatas, jugar al pádel cinco horas, o una palmera de chocolate, pasear al perro entre seis y siete horas. Que quemas la palmera y al can. «No podrás correr más rápido que una mala dieta», sentencia Viso.

 LA REACCIÓN DEL PÚBLICO

A partir de ahora si quieren comer un cruasán lo mejor es que busquen una confitería que esté a unas tres horas de su casa y vayan caminando a por el dulce bocado. Es lo que se tarda en quemarlo. Y no se lo tomen a cachondeo porque dicen los expertos que el sobrepeso reduce la esperanza de vida una década y hasta en 19 los años libres de enfermedades. El público que llenó el auditorio de Afundación en el Cantón coruñés asistió impresionado a la sesión de coaching saludable que protagonizaron Viso y Vivanco. Y hubo dos tipos de reacciones, el que abandonó la sala convencido de que iba a empezar una nueva y sana vida y los que salieron del local y se pidieron una caña y una tapa en el bar más cercano. Leo textualmente el wasap que me envió una farmacéutica que asistió a la charla: «Me he tomado unos vinos, pulpo, queso y una torrija con tofe. No me llegan las 24 horas de mañana para quemar las calorías». Agradezco a los dos hercúleos expertos que me hayan invitado a ejercer de presentador de su conferencia. Estuve casi dos horas con la barriga veraniega metida para adentro. En la parte final intervino el cocinero Manuel Costiña, del Retiro da Costiña de Santa Comba, que cuenta con una estrella Michelin. Preparó en directo un sencillo y sabroso plato sin apenas calorías con unos espárragos trigueros. Me encanta el proyecto V&V, iniciales de Viso y Vivanco y de su eslogan, «Vida para vivirla», pero cada vez que me tomo un vino se me aparecen sus rostros morenos con gesto de desaprobación.

BODA EN LA PLAYA

Me habían hablado de él, pero no lo conocía personalmente. Y nunca me olvidaré de que la primera vez que lo saludé fue sobre la arena de una playa el día en que se casó. Juanjo Ramos, bajista del legendario grupo Los Secretos, adquirió hace unos años un apartamento en la zona de O Xunqueiro, en Mera (Oleiros, A Coruña). Dicen que se decidió por este rincón de nuestra costa porque se enamoró de un lugar que hay que reconocer que tiene un encanto especial. Por eso tomó la decisión de casarse en una calita de la playa de Espiñeiro, muy cerca de la vivienda. «La verdad es que sí», me dice cuando le comento la suerte que tuvo en organizar un enlace a las ocho y media de la tarde a la orilla del mar en la costa coruñesa y que los invitados puedan estar en mangas de camisa. La noche anterior, por ejemplo, hubiese resultado imposible. En mangas de camisa blanca, porque los invitados estaban obligados a vestir de este ibicenco color. Me gustó ver a Álvaro Urquijo, líder del grupo, o al actor Manuel Manquiña, otro de los que disfrutaron del original enlace. Se percibió un buen rollo propiciado por el carácter afable y abierto del novio. La fiesta, como se pueden imaginar, se prolongó hasta perder el control. Si tenemos en cuanta las calorías consumidas por cada invitado alguno debería regresar a Madrid caminando.