Cocina de alto riesgo

Pablo Portabales PERIODISTA

YES

Daniel González

30 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras escribo escucho un adelanto del último disco de Rosa Cedrón. Siempre es una delicia oír la voz de esta gallega. Se trata de su primer disco en solitario desde que hace cuatro años fue madre y saldrá a la venta el 13 de mayo. Y debe de ser que estamos en víspera del primer domingo de mayo la razón de que esta semana todas las protagonistas son femeninas. Por ejemplo, se presentó una nueva asociación de cocineros que, aunque radicada en A Coruña, tiene mucho que decir a nivel autonómico. Tanto en este colectivo como en otros de larga trayectoria como el Grupo Nove, las mujeres son minoría. En este último grupo solo hay dos, Beatriz Sotelo y Lucía Freitas, entre una veintena de chefs. Y en el que se acaba de presentar lo mismo, tan solo dos féminas entre trece socios fundadores. Dos, y lesionadas. Sí porque me llamó la atención que ambas acudieron a la gran fiesta de la cocina coruñesa en no demasiadas buenas condiciones. Practican cocina de alto riesgo.

MUJERES LESIONADAS

«Me rompí el talón de Aquiles jugando al pádel», informa Iria Espinosa, compañera de fogones de Luis Veira en el restaurante con estrella Michelin Árbore da Veira. Está claro que el pádel lo inventó un traumatólogo con pocos pacientes. «Lo mío fue en la vinoteca, me dio de repente al hacer un esfuerzo», apunta sobre su tendinitis Ángeles Marzoa, de la vinoteca Jaleo de la coruñesa calle Galera. Las dos únicas mujeres de la asociación poco pudieron ayudar en la fiesta de estreno de Coruña Cociña, que es como la bautizaron. Demostraron que, con poco presupuesto y buenos amigos y entusiasmo, se puede hacer algo digno y de carácter cosmopolita. Un colega de uno de los socios les dejó una nave, enfrente de la sede central de Estrella Galicia. Los proveedores también se portaron y los alumnos de una escuela de cocina fueron reclutados para la causa. No faltó ninguno de los trece fundadores, incluidos los dos de A Coruña ciudad con estrella, el citado Luis e Iván Domínguez, del Alborada, que es el único que también forma parte del grupo Nove. No pude probar todo, pero me gustaron especialmente las propuestas de mar, como el xurelo marinado, la navaja o la zamburiña. Forma parte del ADN de este grupo de media de edad en torno a los 30 años que apuesta por los productos locales de temporada y la cocina tradicional con toques vanguardistas. Me dicen que hay una larga lista de profesionales que quieren formar parte de la asociación, aunque no todos cumplen los requisitos.

ROSA SE DESNUDA

Sí, en el videoclip promocional de No seré yo, así se llama la canción de adelanto del cedé Nada que perder, la cantante gallega aparece como Dios la trajo al mundo, tan solo protegida por su inseparable violonchelo. «Me he desnudado en el disco a nivel emocional y vital y pensé que la mejor forma de asimilarlo en cuanto a imagen era la piel de mi cuerpo y la madera del instrumento que siempre está conmigo. Lo que transmite la canción es esa desnudez emocional a la hora de entregarse a alguien», analiza la cantante y compositora. Es la autora de la mayoría de las letras de las canciones y de las músicas, aunque colaboran de manera importante otros músicos destacados, entre ellos su hermano Javier. Durante la fiesta de los cocineros en la que me encontré con las dos chefs lesionadas no paró de sonar la música elegida por un moderno diyéi. Las melodías de Rosa Cedrón no pegarían mucho.

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FOTO: DANIEL GONZÁLEZ