«Por amor cogí un avión para dar una sorpresa... y me la llevé yo»

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CEDIDA

La nieta de Lola Flores asegura que de su abuela tiene ese temperamento de echar fuego por la boca. Jamás le ha pedido un favor a nadie, y si fuera por enchufe dice, estaría en toda cuanta serie hay. Ahora está en racha, además de en  «Cuéntame», estrena la película «Poveda»

12 mar 2016 . Actualizado a las 10:11 h.

La conocemos desde que nació, así que no responde a lo Vargas Llosa y acoge con sentido del humor la elección de ser portada si le toca. "He conocido gente mejor y peor dentro de la prensa, pero en general han sido muy respetuosos siempre". Elena Furiase Flores acaba de cumplir 28 años y recoge esta temporada el fruto de meses de trabajo, con el estreno de Poveda y la serie Cuéntame. "No siempre ha sido así, después del éxito de El Internado hubo que ajustarse mucho, pero jamás he pedido un favor a nadie", apunta. Como los genes mandan, y mucho, no tiene muy claro dónde acaba la intensidad Flores y dónde empieza la Furiase: "Es que al final todos se parecen mucho, mi padre también ha sido y es muy vividor".

-Estrenas peli, acabas de estar en «Cuéntame». ¿Sientes que estás en racha?

-Bueno, ahora recojo el esfuerzo, he hecho cosas y están saliendo, la verdad es que ha coincidido todo ahora y va bien. No me puedo quejar.

-¿El papel de Pepita Segovia, en «Poveda», fue un reto por el tema religioso?

-No, el tema religioso me daba igual. Yo tengo mi fe y la tengo de una manera muy mía.

-¿Eres creyente?

-Sí, creo en Dios, pero no me considero una persona especialmente religiosa, no soy practicante. La religión la vivo como algo personal, de cada uno. Pero de la película me llamó la historia, lo que hicieron Poveda y Pepita, lo modernos que eran para su época. De hecho, la película no está basada en la religión, habla del cambio en la educación, la libertad, el humanismo. De una persona entregada a la sociedad. Yo soy una persona muy tolerante, abierta, que me gusta saber.

-¿Y cuándo estás en un papel como este quieres leértelo todo sobre la época o te ciñes más a tu papel?

-Me ciño al trabajo, al personaje, lo que pensaba, lo que pensaban de ella, cómo era, qué escribió, pero no me voy por los cerros de Úbeda. Solo lo que yo necesito para mi personaje.

-¿Eres intuitiva? ¿Te quedas con la primera impresión con la gente?

-Sí, soy de primeras impresiones, luego es cierto que me he equivocado. Pero soy de intuición, de sensaciones, de emociones, pero obviamente hay que dejar un poco de tiempo.

-Pues desde el otro lado, creo que tú siempre has dado una imagen de chica sensata, muy formal.

-Bueno, todo el mundo lo cree. Es verdad que no soy una cabeza loca, pienso mucho las cosas, soy muy cercana, muy coherente. Intento tener la cabeza sobre los hombros, pero también me gusta divertirme, me gusta correr aventuras y tirarme  a la piscina.

-¿Una locura por amor?

-A ver, no sé. Por amor me he levantado a las dos de la mañana y he salido corriendo a buscarle. Coger un avión y presentarme allí para darle una sorpresa. Que más bien fue para mí, no para él [se ríe].

-¡Fue una buena sorpresa!

-Sí, sí, lo fue, lo fue. En otros momentos he cogido un billete con unas amigas y he estado 24 horas sin dormir porque al día siguiente tenía que trabajar, pero vas a muerte... Claro que hago locuras, soy joven. Pero siempre he sabido lo que estaba haciendo, mal o bien, he sido muy consciente.

-Pese al apellido, has intentado ganártelo por ti misma, con humildad.

-Sí, yo nunca he pedido un favor a nadie, pero nada de nada. He hecho mis pruebas, mis castings, a veces me han cogido y otras no. A la vista está que si fuera por enchufe estaría en todas las series, en todas las películas y no lo es. He estado mucho tiempo sin trabajar. Si lo hiciera todo por enchufe, no sabría el valor de las cosas. En la vida hay que aprender.

-¿Qué tienes más de Flores y qué más de Furiase?

-De Furiase la paciencia, soy muy cauta, y de los Flores la manera de hablar, el temperamento, la manera de ser. Es que al final los Flores y los Furiase se parecen. Mi padre ha sido muy vividor. Tengo una mezcla explosiva, además como buena piscis, un día voy a la derecha y otro para la izquierda. Soy como una bomba de relojería, nunca sabes cuándo va a explotar. Un día estoy bien, al siguiente mal. Soy un caos, pura contradicción.

-La vida es una tómbola, dice la canción. ¿Qué es lo mejor que te ha tocado?

-La familia. Vengo de dos familias, los Furiase y los González Flores, y creo que no podía haber nacido en una mejor. Como artistas, como personas, como tíos, como abuelos, como hermanos, primos...

-¿Pero sois tan clan?

-Sí, sí, totalmente. Las relaciones que tenemos son muy fuertes, las relaciones madre-hija. Entre hermanos. No hay tabúes, no nos juzgamos, a veces nos matamos, otras nos adoramos. Vamos a saco. Y a cualquiera que le preguntes de nosotros todos te diremos que la familia es lo primero. Te puede fallar el trabajo, la familia nunca.

-Y como buen clan, ¿os juntáis alrededor de una buena mesa? ¿Te gusta cocinar?

-Sí, pero yo no tengo mano. O me queda soso, o salado, o seco. Porque es verdad que no le ponga mucho empeño. Lo que sí me gusta es comer.

-¿Qué recuerdas más de tu abuela?

-Yo era muy pequeña, pero recuerdo que me ponía pendientes, tacones, bailaba, la imitaba. Pero cuando ella se fue, yo tenía 5 años. Después de verla en vídeos y a través de mi madre lo que más me ha quedado es su manera de ser, tan humilde, tan natural, tan intensa, tan de decir las cosas  como las pensaba en el momento que lo pensaba. Yo soy más como mi abuelo, más calladita. Pero luego, me da el ramalazo y suelto todo por la boca y ahí es cuando mi madre me dice: ?Eres tu abuela?.

-Después del éxito de «El Internado», encajaste bien el parón?

-Cuando acabas lo pasas mal, aprendes a sobrevivir; yo disfruté del éxito joven, lo tenía todo, intenté exprimirlo, pero creo que si me hubiera ido la olla mi familia o mis amigas me lo habrían dicho. Yo me seguí juntando con la gente de siempre.

-¿Eres supersticiosa?

-No, no. De hecho no me gusta ni tener amuletos, ni rituales ni nada. Cuando las cosas van bien van bien. Soy una persona que piensa bastante poco, soy más de actuar y hacer las cosas. Pienso una vez, un ratito y luego ya actúo.