Samantha Vallejo-Nágera: «Me hice cocinera por una apuesta»

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Se define como una mujer del 2015, una todoterreno que además de criar a cuatro hijos, lleva una empresa de cátering y es  jurado estrella en «Masterchef». Con su buen diente, dice, no le queda más remedio que ser adicta al deporte: lo necesito como comer.

29 jun 2015 . Actualizado a las 19:28 h.

Samantha Vallejo-Nágera (1969) habla tan rápido y va tan directa al grano que a los cinco minutos ya sabes que su vida va a mil por hora. Tiene cuatro hijos, una empresa de cátering, se ha convertido gracias a Masterchef en uno de los rostros más populares y en la mujer que templa a Jordi y a Pepe, «su nueva familia», como los califica. Sin darle muchas vueltas a la tortilla, asegura que en Galicia no fallan unas almejas al natural. 

-He leído por ahí que eres cocinera por una apuesta.  

-Pues sí, yo empecé a cocinar por una apuesta con un amigo, me metí en la cocina profesional, empecé pelar gambas, cangrejos de río, y me pareció fascinante. Y descubrí una pasión que tenía oculta y aquí estoy. Yo hasta entonces estaba haciendo paisajismo, y cambió totalmente mi vida. 

-¿Tienes mucho amor propio? 

-Sí, sí. Soy más chula que un ocho. Se me mete una cosa en la cabeza y eso no me lo quita nadie. Soy escorpio cien por cien.

-¿Tú te hubieras presentado a «Masterchef»?

-Me parece tan divertido que seguro que me hubiera presentado. 

-¿Qué es lo más difícil que has cocinado?

-Yo lo que siempre digo es que a la cocina, sobre todo la que hago yo, la cocina tradicional, hay que darle el punto de amor que hace que sea distinta a la de los demás. Lo difícil no es hacerlo sino que esté sabroso, que te diga algo, que se quede en la cabeza. Yo ayer cené en Donostia una merluza que se me ha quedado el sabor dentro. Esa es la clave, hacerla y que se te quede en la cabeza. 

-¿Y tú qué eres más de carne o de pescado?

-Yo soy de todo, un día de carne, otro de pescado, otro de arroz. Me gusta mucho comer y me encanta probarlo todo, me encanta.

-Y con ese buen diente, ¿te controlas? ¿Te llevas un táper al plató?

-Me controlo, me cuido muchísimo, sí que me llevo el táper al plató. Si te gusta comer y comes mucho como yo no puede ser, me cuido, me cuido. 

-Sí, hasta vas corriendo al plató. ¿Eres adicta al deporte?

-Sí, hoy no he podido hacer ejercicio porque acabo de llegar en el avión y ahora por la tarde me iré al parque a correr, lo necesito todos los días, como comer. Me encanta, me da vida, me da alegría, me da marcha. 

-En «Masterchef» te hemos visto llorar, reír, emocionarte. ¿Pero has perdido los nervios en alguna ocasión?

-Bueno, no. Yo no soy tan visceral, yo soy más activa, a largo plazo no pierdo los nervios, pero trabajando y en cocina sí. En el barco este año, el pasado en Andorra, cuando tocan las pruebas de cocina sí que pierdo los nervios.

-¿Trabajando tú también eres así?

-Es otra experiencia. Tengo una empresa muy organizada, con lo cual no me pongo nerviosa porque todo va sobre ruedas. Lo que sí es cierto es que me he ido templando con el tiempo.

-Cuando tienes invitados, ¿cuál es el plato que no te falla?

-En casa del herrero cuchillo de palo. Yo hago un buen guisote que me encanta, una ensalada verde y una buena tarta de postre, una de crema y fresas, por ejemplo. A veces hago también besugo al horno, o una lubina con verduritas. Depende de los días y en donde esté.  

-Te muestras como una mujer muy todoterreno, que cocinas, que haces deporte, tienes cuatro hijos... ¿Esa hiperactividad es innata en ti?

-Soy una mujer del 2015, porque creo que somos todas un poco así. Una mujer actual, trabajadora, soy una mujer normal. Yo soy muy activa. Pero también he sentido que no llego, voy lanzada, los clientes, los niños, las notas... Es un no parar. Pero tengo un equipo que me ayuda un montón. 

-¿Cuál es tu plan perfecto para el verano?

-Suelo ir a Baleares, pero también tengo una casa en el campo y voy mucho los fines de semana. Soy muy organizada e intento llegar a todo. 

-Si tienes una duda culinaria, ¿a quién recurres a Jordi o a Pepe?

-Depende. Si es un cosa más de cocina tradicional, de toda la vida, a Pepe. Si es moderna a Jordi. Pero al final tendría que llamar a Pepe, porque Jordi nunca coge el teléfono  [risas]. 

-Tienes muy buena relación con ellos. 

-Sí, sí. Nos llevamos superbien, hemos hecho una familia todos, también con Eva González. 

-¿Qué ha supuesto para ti «Masterchef»?

-Ha cambiado mi vida por completo. He pasado a ser una persona conocida, no sé si a mejor, pero me ha cambiado. Yo estoy tranquila, estoy disfrutando el momento, creo que es una oportunidad en mi vida profesional, un programa tan bonito como este, y estoy muy contenta. 

-¿Y qué expulsión te ha dado más rabia? ¿A quién hubieses rescatado?

-A Mila porque cocina muy bien. Se fue, pero no se lo merecía, su nivel de cocina es superior. 

-¿En la playa eres más de bocata o de chiringuito?

-De bocata, de bocata.

-¿?El león come gamba? fue tan brutal en directo? 

-Qué va, qué va. Fue una exageración de las redes sociales, la parte viral, ha sido el público. Se hizo una bola, pero nosotros jamás le dimos tanta importancia. Pero hemos disfrutado también de ese momento.