Hablamos con una de las actrices con más futuro del panorama español. El pasado año fue la revelación en España y en Europa. Y este año presenta cuatro películas. Y sigue recogiendo premios.
09 may 2015 . Actualizado a las 18:18 h.Su carrera es aún corta pero Natalia de Molina no deja indiferente a nadie. Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, fue el gran papel de su vida. Con él fue Mejor Actriz Revelación de los Goya y premio Shooting Star en la Berlinale. Este año, ha presentado tres películas en Málaga, donde se llevó el premio a la Mejor Actriz y tiene pendiente una cuarta por estrenar. Supera su timidez con su pasión por la interpretación.
El Goya a Mejor Actriz Revelación marcó un antes y un después en tu vida. ¿Cómo ha sido este año?
Ha sido el gran año de mi vida. Fue empezar y hacerlo de la mejor manera, con una película maravillosa, con un equipo que lleva toda la vida en el cine y pude aprender de su mano. Y rodando cuatro películas y una serie de televisión. Así que trabajando mucho.
Entonces tuvo su efecto aquel reconocimiento.
Bueno, en realidad todas estas películas surgieron antes de los Goya, así que más que el premio en sí, la gran suerte fue haber hecho Vivir es fácil, una película maravillosa.
Y debutar con David Trueba fue entrar por la puerta grande?
Sí, es el mejor director con el que podía haber trabajado por primera vez, porque te habla y puedes estar horas y horas escuchándole y aprendiendo. Fue un verdadero placer, al igual que rodar con Javier (Cámara).
También reconocieron tu trabajo en la Berlinale. ¿Te ha salido algún proyecto en Europa?
De momento no, pero creo que eso es un proyecto a largo plazo. Aunque fuera del mundo del cine no se conozca mucho, estar allí es muy importante, te presentan a la industria internacional como una de las promesas del cine europeo. Yo me veía allí y no me lo creía, conocí a gente que en mi vida me hubiera imaginado.
¿Qué prefieres, cine europeo o estadounidense?
A mí me gusta el cine en general. Quiero hacer cine en España y donde sea. Amo el cine.
Ahora estás más centrada en la pantalla, ¿tienes un poco aparcado el teatro?
La verdad es que tengo muchas ganas de volver porque yo empecé haciendo teatro y es algo más mágico. Mucho de lo que sé lo he aprendido encima de unas tablas, delante del público, en directo, pasan muchas cosas. Últimamente he estado más centrada en proyectos audiovisuales, pero tengo mucho mono de hacer teatro. Estoy esperando que alguien me ofrezca algo.
¿Qué significa para ti el Festival de Málaga?
Empecé a estudiar interpretación en Málaga, allí di mis primeros pasos luchando por ser actriz y me encantaba ver cómo la ciudad entera se volcaba con el cine esos días. Era la gran fiesta y yo siempre iba como espectadora. Veía las películas y gritaba frente a la alfombra roja. Y ahora soy yo la que estoy al otro lado. Es muy especial. Este año, además, se presentaron en sección oficial tres películas en las que participaba. Eso es muy fuerte.
¿Cuál de los cuatro papeles te gustó más interpretar?
No sé, son todos diferentes, cada personaje supone un reto y, si pudiera, yo haría todo diferente porque me encanta interpretar papeles que no tengan nada que ver conmigo, investigar e intentar ponerme en situaciones que no he vivido. En Techo y Comida, por ejemplo, vivo una situación tan fuerte que tuve que usar mucha imaginación e investigar mucho? Lo que más me gusta de mi profesión es la creación del personaje.
Y fue Mejor Actriz.
La película es un ejercicio total de actriz, estoy en el 99 % , la cámara está constantemente conmigo y es un personaje muy difícil. Estoy muy contenta y muy orgullosa de la película.
También te fuiste de despedida de soltera con Manuela Moreno, del drama a la comedia. ¿Te ves como el personaje que interpretas en ?Cómo sobrevivir a una despedida??
¡Para nada! Soy totalmente opuesta. Nora es muy extrovertida, un personaje muy patoso que actúa sin pensar. Yo soy muy tímida, más recatada, más para adentro. Pero por eso quería hacerlo. Además es un registro totalmente diferente, no tenía nada que ver con mis anteriores trabajos y a mí me gustan los retos.
Con esa timidez, ¿cómo llevas la promoción de las películas?
Bueno, también tiene su parte divertida, cuando estás actuando eres un personaje y en la promoción ya soy más Natalia de Molina. Siempre sale un poco más mi inseguridad, que trabajando eso no existe.
¿Te gusta la televisión?
Sí, las series son ahora muy cinematográficas. Me habían dicho que en televisión iba todo muy rápido, pero trabajando en Bajo Sospecha me he dado cuenta de que cuidan cada detalle casi tanto como en el cine.
Cuando eras pequeña y soñabas con ser actriz, ¿qué estrellas deseabas conocer?
Siempre fui muy fan de Marilyn Monroe, me disfrazaba y la imitaba sin saber ni siquiera quien era. Con la edad, fui descubriéndola y me siguió fascinando. Y Natalie Portman es de esas actrices con las que he crecido, tengo todas sus películas y me las veo una y otra vez. En Berlín, ella fue la encargada de darme el premio y para mí ese momento fue mágico. No me lo podía creer: «¿En serio me está dando un premio a mí Natalie Portman?», me preguntaba. Fue más que un sueño.