«Viajaría al pasado para reencontrarme con mi padre»

Virginia Madrid

YES

CEDIDA

Le encanta hacer surf y le relaja tocar la batería. Nos conquistó vistiendo sotana en «La Señora», después fue Fernando el Católico en «Isabel» y ahora le ha dado por los viajes al pasado en la serie «El Ministerio del Tiempo». Rodolfo, que acaba de tener una hija, se confiesa en racha y feliz. 

14 mar 2015 . Actualizado a las 06:00 h.

Es el chico de moda y está de enhorabuena por partida doble. Rodolfo Sancho (14 de enero de 1975) acaba de ser padre de una niña, Jimena, junto a su pareja, la también actriz Xenia Tostado. Un acontecimiento que coincide con su éxito en la serie El Ministerio del Tiempo (La 1). Hijo de Sancho Gracia, ahijado del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, Rodolfo se encuentra en plena promoción y va de entrevista en entrevista y tiro porque me toca. Pero el madrileño, cercano y un poco tímido, nunca pierde la sonrisa. Así nos recibe una soleada tarde de marzo para charlar de los personajes que le han marcado, de su último trabajo para la pequeña pantalla y también de su experiencia como padre.  

-Acabas de ser padre por segunda vez. ¡Enhorabuena! ¿Cómo te sientes?, ¿listo para cambiar pañales?

-Estoy muy ilusionado, me siento muy feliz y tengo muchas ganas de disfrutar de nuevo de la paternidad. ¡Claro que cambiaré pañales! Este es mi nuevo proyecto, ejercer de padre, sin duda el papel más difícil de todos los que he interpretado a lo largo de mi carrera.  

-Tuviste a tu primer hijo, Daniel, con solo 19 años. ¿Cómo afrontas ser padre de nuevo después de tanto tiempo? 

-Pues... ¡con veinte años más! [ríe]. Habrá cosas que esta vez serán quizá más fáciles a nivel mental. Pero físicamente... ¡no veas lo que aguantaba jugando al fútbol con 20 años en el parque con mi hijo! Pero sé que será igual de bonito y especial. Seguro.  

-Creciste entre focos y cámaras, tu padre te llevaba a los rodajes en los que trabajaba.

-Desde chico me encandiló ese mundo. Mi padre deseaba que estudiara para abogado, porque este oficio es muy inestable y no quería que yo pasara por lo mismo que él. Pero, por otra parte, también le apetecía que recogiera su testigo como actor. Y cuando terminé mis estudios de COU, empecé a formarme en interpretación y hasta hoy.     

-¿Te gustaría que tus hijos siguieran tus pasos en el mundo de la interpretación? 

-Solo quiero que sean felices y que sean buena gente. A lo que se dediquen me da igual. Cada uno debe elegir su propio camino. Espero que su trabajo en el futuro les haga tan felices como a mí el mío.   

-Acabas de estrenar la serie «El Ministerio del Tiempo». ¡Menudo éxito...!

-Sí. La verdad es que estoy muy contento y orgulloso de la acogida que está teniendo la serie. No se puede pedir más. Pero creo que cuando se hace un producto de calidad, con un buen guion, una producción potente y si encima añadimos una dosis de humor, los espectadores lo saben valorar y ahí está el resultado. Tengo que confesar que vi el primer capítulo en casa con mi chica y aunque sé todo lo que va a ir sucediendo en la historia, disfruté mucho y sobre todo me entusiasmó el trabajo que hemos realizado todo el equipo.   

-Un primer capítulo en el que rindes un homenaje a tu padre, Sancho Gracia, y a su mítico Curro Jiménez. 

-Fue idea de los guionistas y, cuando leí el guion por primera vez, me pareció un guiño precioso grabar el episodio de El Empecinado fue muy especial y entrañable para mí. Los hechos que suceden en este episodio me tocaron la fibra, no solo como personaje, sino sobre todo como actor e hijo del gran Sancho Gracia. Fue un momento muy bonito. 

-Si pudieras hacer un viaje en el tiempo, como Julián, tu personaje, ¿a qué época te gustaría trasladarte? 

-Me encantaría poder viajar al pasado, reencontrarme con mi padre y poder charlar tranquilamente con él. También hay muchos períodos de la historia que me fascinan, como el Egipto de los faraones y las pirámides. Pero, si solamente tuviera una oportunidad, la aprovecharía para estar de nuevo con mi padre. 

-Eres el niño mimado de la ficción en TVE. Tu popularidad creció como la espuma gracias a tu papel del padre Ángel en «La Señora» y los reconocimientos y los premios te empezaron a llover tras interpretar a Fernando el Católico en «Isabel». 

-No sé si soy el niño mimado de la cadena, pero sí me siento muy afortunado y hoy por hoy soy un privilegiado. Mis últimos tres proyectos han sido fantásticos, porque son series de gran calidad, con rigor y mucha seriedad. Y mis personajes han sido un regalo de los que no se pueden rechazar. He acertado ¡y de pleno!

-Y, cuando miras atrás y ves tus inicios ¿qué se te pasa por la cabeza?    

-¡Uf!, pienso: ¡qué joven e inexperto era! Era mi época en Al salir de clase y recuerdo lo ilusionado que estaba con mi carrera y que soñaba con comerme el mundo. Lo que me faltaba por aprender y progresar. Este oficio se hace poco a poco y no deja de aprenderse nunca. Reconozco que hoy estoy viviendo una etapa estupenda en mi carrera. Estoy en racha y me siento feliz, estoy progresando como actor y eso es un lujo.  

-¿Qué te ayuda a desconectar?   

-Sobre todo el deporte. Me entusiasma hacer surf, jugar al fútbol y al tenis. Pero también me gusta tocar la batería, es algo que me relaja mucho.