A Karl Lagerfeld presentaba el pasado martes su colección primavera-verano 2015 para Chanel en la Semana de la Moda de París. El kaiser de la alta costura volvió a triunfar esta vez con una espectacular y florida puesta en escena en un invernadero en el Grand Palais. Entre las modelos que lucían sus diseños no se encontraba ningún colaborador de Sálvame.
Su director de casting debe estar aún tirándose de los pelos. Y es que como todo el mundo sabe el plató de Sálvame ha desplazado a París, Milán, Londres y Nueva York como capital de la moda. La Sálvame Fashion Week, una idea que a muchos les sonó peregrina desde su gestación, ha sido un rotundo éxito que nos ha pillado desprevenidos incluso a nosotros. Los cinco desfiles protagonizados por los Kikos, Lydia, Mila, Patiño, Terelu, Gema, Karmele, Rosa, Raquel, Chelo y Belén hipnotizaron a millones de espectadores que no daban un duro por verles transformados en maniquíes por un día. Pero lo hicieron y, una vez más, sorprendieron.
La semana de la moda de Sálvame nació en una reunión en el mes de agosto. La semilla era una propuesta del equipo de guion sobre que la promo de la nueva temporada del programa fuese como el spot con el que unos conocidos grandes almacenes anuncian cada año la llegada del otoño. Y esa idea derivó en el montaje de todo un evento en el que no fueron pocos los escollos. La respuesta por parte de los diseñadores españoles a la proposición de vestir a los colaboradores de Sálvame fue muy desigual. Algunos muy prestigiosos vieron enseguida una buena oportunidad de llegar al gran público. Otros, sin embargo, se negaron en rotundo a aparecer relacionados con la marca Sálvame. Nos consta que muchos de ellos sí se están tirando aún de los pelos. Porque María Patiño no es Giselle Bundchen pero defendió la ropa que llevaba como si fuese la mismísima top brasileña. A mi querida ferrolana le faltan centímetros de altura pero de carisma va sobrada. Y esa Rosa Benito, una mujer bellísima de casi 60 años y que cumplió su sueño de ser modelo aunque fuese sobre la pasarela de Sálvame y no como musa de Balenciaga. Rosa disfrutó como una niña desfilando ante millones de ojos que por unos minutos se olvidaron de que era la ex mujer de Amador Mohedano y solo podían contemplar su belleza y porte. Simplemente espectacular.
Al igual que Raquel Bollo, que lució el vestido de novia del último desfile como si de verdad la esperase al final del camino el hombre de su vida. No puedo pasar por alto tampoco a la ourensana del programa. Chelo García Cortés lo dio todo subida a los tacones que tanto odia. Se emocionó al verse más femenina que nunca, porque la imagen que le ofrecían los monitores durante el directo le recordaban a su madre, a la que perdió trágicamente a los once años. Lágrimas y moda entrelazadas en una tarde en la que no faltaron firmas gallegas como Roberto Verino, que vistió a Mila Ximénez en el pase de ?Moda España? y Patricia Avendaño, para quien desfiló Lydia Lozano en ?La Alfombra Roja?.
Al día siguiente de la Sálvame Fashion Week, en La Ventana de la Cadena Ser, dijeron que el programa, tan denostado por algunos desde hace casi seis años, había hecho por la moda española en una tarde mucho más que tantas campañas institucionales en años. Solo puedo sentir satisfacción y sonrojo ante tal afirmación. Porque #yoveosalvame y #estoymuyorgullosadetrabajarensalvame.