La entrada en vigor del Plan Xeral y el anuncio de una ordenanza para limitarlos coincide con la ralentización de este verano: solo hay veinte más que hace tres meses
28 sep 2025 . Actualizado a las 01:26 h.El número de pisos turísticos en Vigo no ha dejado de aumentar hasta la fecha, pero el ritmo se está ralentizando. Actualmente hay 2.425 por toda la ciudad, solo 20 más que a finales de junio. El fenómeno ha desacelerado este verano. En la segunda semana de julio había 2.415, es decir, diez menos que las que había ayer, según el directorio de alojamientos de la Xunta de Galicia. En enero, sin embargo, había 2.174, 241 menos que en julio. Lo que supone que entre el primer mes del año y el verano, se establecieron en Vigo 34 viviendas turísticas en la ciudad al mes.
La ralentización del crecimiento ha coincidido en la ciudad con la entrada en vigor del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que establece que las viviendas turísticas solo podrán ubicarse en edificios que tengan una entrada distinta a la del resto de residentes de un mismo bloque, y el anuncio del alcalde, Abel Caballero, de que el Concello impulsará una ordenanza municipal para regular las viviendas de uso turístico. El regidor anunció el pasado 10 de julio que «con esta ordenanza, lo que queremos es garantizar la convivencia entre el uso residencial, que las viviendas se destinen a vivir en ellas, y el uso turístico».
Las cifras de los últimos meses, aunque una muestra pequeña, indica una ralentización en el crecimiento exponencial que ha mostrado este negocio en la ciudad desde el final de la pandemia. En el verano de 2023 había en Vigo 1.201 viviendas de uso turístico. Hoy hay más del doble. Alquilar costaba aquel verano 562 euros de media, en agosto de este año escaló a 683, un crecimiento del 21 %, más de cuatro veces más que el IPC, según el Observatorio da Vivenda de Galicia. Con las cifras de hace un año, el crecimiento también es mucho más alto que el registrado en verano de este año. Por ejemplo, en octubre del 2024 había en Vigo 1.906 propiedades de este tipo, 509 menos que este mes de septiembre. Es decir, creció a un ritmo de 42 al mes, en verano fue de alrededor de diez por cada mes. Además, el auge de las viviendas turísticas en Vigo también ha provocado que ofrezcan más del doble de plazas (más de 11.000) que las de los hoteles, campings y pensiones, que ofrecen 5.397.
La ralentización también coincide con la reciente campaña del Gobierno para localizar anuncios de pisos turísticos ilegales. Los propietarios están obligados a publicar el número de registro en el anuncio que cuelguen en las distintas plataformas y, en Vigo, casi el 10 % de las viviendas turísticas de la ciudad no cumplían con este requisito. El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana notificó 227 el pasado 16 de septiembre, la mayor cifra entre los municipios de la comunidad, y un 18 % del total registrado en la provincia de Pontevedra, en la que el Gobierno ha detectado 1.249. El Gobierno también ha detectado varios pisos turísticos ilegales en municipios del área de Vigo. El que más tiene, tras Vigo, es Baiona (95). Le siguen Nigrán (47), Cangas (32), A Guarda (17), Ponteareas (11), Gondomar (11), O Porriño (11), Redondela (11), Tui (11), Moaña (10), Soutomaior (6), Mondariz-Balneario (6), O Rosal (5), Salvaterra (2), A Cañiza (1), Pazos de Borbén (1), Mondariz (1), y Tomiño (1).
Además del PXOM y la amenaza de la ordenanza para limitarlas, el Concello también ha empezado a cobrar el doble en el recibo de basura de las viviendas turísticas. Ha estrenado una categoría en el impuesto que aportará casi medio millón de euros a las arcas municipales, más de un 10 % del ingreso total por la tasa de basura comercial, que asciende a 4,5 millones de euros. En la mayoría de los casos, un propietario de una vivienda de uso turístico pagará 254 euros, más del doble de lo que abonan los hogares.
La zona más tensionada por el aumento de pisos turísticos en la ciudad es el centro (códigos postales: 36201, 36202, 36203 y 36204). Hay cerca de 1.600 y representan un buen porcentaje sobre el parque de viviendas de la zona. El Instituto Geográfico Nacional también ha incidido en esta problemática en su nueva edición del Atlas Nacional de España. Dice que la ciudad es un «ejemplo de invierno demográfico» y advierte sobre la fuga de jóvenes por el precio de la vivienda y la gentrificación de la ciudad por el avance del sector servicios.