
Aena no define el momento de entrada en servicio de la torre remota de Peinador, fijada inicialmente para hoy. El BNG pide en el Congreso su suspensión por motivos de seguridad
11 jun 2025 . Actualizado a las 20:19 h.Aena había fijado el 11 de junio como «fecha tentativa» para poner en marcha en el aeropuerto de Vigo la primera torre de control virtual y remota de la red aérea española. La Publicación de Información Aeronáutica (AIP) comunicó al mundo recientemente que sería el 12 cuando el control de la pista del sur de Galicia empezaría a ser gestionado a través de cámaras, sensores y micrófonos desde la planta habilitada en el sótano del antiguo aparcamiento público de Peinador. Llegado el momento, Aena no ha concretado oficialmente cuándo los pilotos empezarán a recibir en Vigo las instrucciones de los controlador situados detrás de un mosaico de pantallas en lugar de desde lo alto de la torre de 26 metros que sobresale en el perfil del aeropuerto.
Hasta la semana pasada los técnicos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) contrataron a un piloto para que diese con su aeronave incontables vueltas al campo aéreo de Peinador para comprobar cómo se veía la imagen de la avioneta en las 13 pantallas ubicadas en la nueva torre remota, si la señal de vídeo daba saltos en los monitores, y si desde el puesto de control se puede conformar o no suficientemente bien una «conciencia situacional» con la que calcular la distancia exacta de cada aeronave que les sea televisada a los controladores.
Estos han mostrado su oposición radical al cambio, y más si lleva aparejado en un futuro el traslado a Vigo del control de otros aeropuertos, como aseguran se ha trazado para el de A Coruña. PP y BNG también han pedido que se repiense el proyecto y hasta que se retire. Los nacionalistas incluso requirieron ayer oficialmente en el Congreso la «paralización da posta en marcha da torre de control remota en Vigo e abrir un proceso de diálogo co persoal técnico e sindicatos para avaliar a introdución do sistema de control remoto como un apoio, non substitución, da torre física». El diputado del BNG, Néstor Rego, llega a afirmar que dicha torre no se adapta a las características del tráfico aéreo de Vigo, «nin garante os niveis actuais de seguridade».
En qué consiste
En febrero pasado se desveló que la torre entrará en servicio de manera paulatina: de 9.30 horas a 11.30 en su primera etapa y posiblemente se abra en unas semanas una horquilla similar por la tarde, para seguir avanzando en tiempo de servicio y número de controladores incorporados a los nuevos puestos de cara a una implantación total en el 2026.
Aena mantiene la plena fiabilidad de un sistema implantado en otros países, aunque sobre todo para la gestión de aeródromos lejanos y de poca actividad centralizados en un único control, o en aeropuertos más complejos como el de London City, donde la inversión tecnológica ha sido muy notable.
En el caso de Vigo, todo pivotará en 19 cámaras ubicadas sobre la torre actual y en parte de la pista, apoyadas por sensores y micrófonos para reproducir en la sala el sonido ambiente y la imagen de todo lo que rodea a Peinador si fuese necesario. En una sala que ocupa parte del sótano del antiguo aparcamiento público de coches, se dispone una imagen panorámica del área elegida, con posibilidad de mover dos cámaras 360 grados hasta dar con el avión que pretenda aterrizar en Vigo o despegar de su pista. Media docena de monitores más posibilitan fijar alguna de las cámaras en un punto elegido para observarlo con mayor precisión, o ver dos operaciones al mismo tiempo. También se puede activar el modo infrarrojos o captar imágenes por detección de calor, útil en caso de baja visibilidad. Un cañón de luz estará disponible para transmitir mensajes con código de señales, también reproducibles mediante alarmas sonoras.
Está establecido que en la fase inicial el control virtual deje de estar activo en caso de emergencia, como puede ser por un incendio forestal. En esa misma etapa, Aena mantiene que la torre física tomará el control en caso de cualquier fallo en las instalaciones remotas.