Crece la tormenta política en Castilla y León por la supresión de paradas en la región del AVE Vigo-Madrid

VIGO CIUDAD

Todos los partido, incluido el PSOE, exigen al Gobierno la rectificación de una medida que atribuyen a las presiones de Abel Caballero y el PP anuncia una nueva reprobación a Óscar Puente en el Congreso
18 may 2025 . Actualizado a las 01:36 h.La eliminación de paradas intermedias en las provincias de Zamora, Valladolid y Segovia que entrará en vigor a partir del 9 de junio para los trenes de alta velocidad que circulen entre Vigo y Madrid, está generado una tormenta política de unas dimensiones que no hacen más que aumentar en la comunidad de Castilla y León desde que la operadora ferroviaria desveló el miércoles la reprogramación de sus rutas y horarios. El Gobierno autonómico castellano-leonés y todos los partidos políticos, incluido el PSOE de la región, han puesto sus ojos y criticas en el alcalde de Vigo, Abel Caballero, al que acusan de ser el causante de dichas supresiones tras haber presionado al Ejecutivo central y a la dirección de Renfe para lograr un tren más rápido entre Vigo y Madrid a costa de la eliminación de paradas intermedias en primera instancia, o de unidades exprés directas, como matizó después de que en la comunidad vecina surgiesen los primeros reproches a su planteamiento inicial.
Los socialistas de Castilla y León han exigido ya de manera oficial una reunión urgente al ministro de Transportes, el vallisoletano Óscar Puente para tratar de parar el anuncio de Renfe. Los socialistas segovianos, en cuya ciudad pierden dos paradas diarias por sentido del tren Madrid-Vigo, demandan «explicaciones urgentes» del presidente de Renfe, «porque no es de recibo que Segovia salga perdiendo en una situación como esta, en la que se eliminan dos servicios para beneficiar a otros», manifiesta la portavoz del partido en dicho ayuntamiento, mientras su secretario general provincial, José Luis Aceves, asegura haber pedido también explicaciones y soluciones, que confía no tengan otra traducción más que la reposición de las frecuencias perdidas.
El mismo gobierno municipal segoviano, en manos del popular José Mazarías, que ya había arremetido contra el alcalde de Vigo cuando en marzo reclamó que los trenes que parten de Urzaiz tuvieran menos paradas intermedias, calificando el alcalde castellano esa petición de «insolidarias intenciones», expresa ahora su su «especial malestar» y ve «incomprensible» que el Gobierno central y Renfe «satisfagan directamente las exigencias de Caballero, que no cuenta siquiera con el apoyo del Gobierno de la Xunta», advierte.
Con más dureza incluso se ha manifestado el alcalde de Puebla de Sanabria y senador del PSOE, José Fernández, en cuyo pueblo solo parará uno de los cuatro trenes rápidos que salen de Vigo cada día, perdiendo la conexión de las 8.40 horas y la de las 9.35. «Lo que tiene que hacer el alcalde de Vigo es pedir que le pongan un tren directo que no pare en ningún sitio y que se suba él solo», manifestó a la vez que tachó de insolidario a su homólogo vigués y compañero de partido por no tener en cuenta ni las afecciones que advirtió tienen las carreteras y tendidos ferroviarios que unen Vigo con Madrid en su territorio ni las necesidades de transporte del rural castellano para no seguir perdiendo población y desaparecer. Fernández informó que ya ha trasladado el malestar de su ayuntamiento al Ministerio de Transportes y a Renfe, con el respaldo total del PSOE de la comunidad autónoma, con el objetivo de mantener una reunión urgente para dar marcha atrás a la supresión de paradas y que Sanabria recupere el número de enlaces que tenía con la capital de España.
El PP también pretende hacer del conflicto suscitado un frente político ante al Gobierno central, al decidir pedir por segunda vez en el Congreso de los Diputados la reprobación del ministro de Transportes, Óscar Puente, por su gestión ferroviaria y, en particular, por la supresión de las paradas del AVE en Castilla y León en la conexión Madrid-Galicia. El portavoz de Transportes en el Senado, Juan José Sanz Vitorio, mantiene que se ha decidido dichas supresiones por la «sumisa y servil» de Puente ante el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y las «hipotecas» derivadas de los acuerdos de investidura entre el PSOE y otras fuerzas nacionalistas, especialmente ERC, en relación al traspaso de Rodalies que tiene un coste de 6.000 millones de euros.
En similares términos se ha expresado el sector empresarial de la provincia que ha hecho público «su profundo malestar y rechazo» ante una pérdida de trenes que estiman «totalmente contraria al interés general de la provincia e incompatible con cualquier política seria de vertebración territorial o de lucha contra la despoblación». Y añade desde su plataforma Zamora 10 que «la provincia y su entorno padecen un aislamiento ferroviario estructural que limita su desarrollo económico, industrial y social. La pérdida de esta conexión directa supone un nuevo golpe para la comarca sanabresa», incide temiendo que se diluya las esperanzas puestas en las oportunidades de negocio y turismo que veían abiertas con el AVE.
La Asociación de Usuarios de Alta Velocidad de Castilla y León han reaccionado también al instante, fijando en Abel Caballero el origen de la decisión de la eliminación de paradas en su tierra. «Alguien se ha quejado y alguien ha actuado», señala su portavoz. «Que les den a Galicia todos los trenes que necesiten, pero no en detrimento de Castilla y León», añaden. La organización de usuarios de AVE de Medina del Campo también se han manifestado en términos semejantes sobre lo que consideran un ataque a sus posibilidades de movilidad al quedarse con solo dos de los cuatro trenes que les conectaba con la capital de España. El alcalde de la localidad, el popular Guzmán Gómez, se refirió a las peticiones hechas por Caballero calificándolo «el Caín de Vigo», por defender los intereses de su ciudad «menoscabando» los de otras localidades, aunque la culpa del recorte de servicios en Medina se la achaca a Renfe. Vox y el PP de Zamora han coincidido en achacar la pérdida de servicios ferroviarios a las «presiones de los barones socialistas gallegos», para anunciar desde el partido de Santiago Abascal la presentación de una proposición no de ley en las Cortes de la comunidad para exigir al Gobierno central que restablezca las paradas que Renfe ha anunciado que dejarán de prestarse a partir del 9 de junio.
Las declaraciones efectuadas en marzo por Caballero tras reunirse en Madrid con el presidente de Renfe, Álvaro Fernández Heredia, fueron entonces inmediatamente contestadas por el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), quien calificó de «intolerable» que el regidor de Vigo pidiese suprimir paradas de AVE en su comunidad para que el tren llegue antes a Madrid. «Puede defender su ciudad sin atacar a una Comunidad vecina y hermana», escribió en sus redes sociales.
«Segovia tiene 51.000 habitantes y 37 trenes al día con Madrid; Zamora no llega a 60.000 y cuenta con diez, y Medina del Campo y sus 20.000 residentes tienen ocho frecuencias de alta velocidad. Vigo y los 600.000 habitantes de la zona sur de Pontevedra solo tenemos dos AVE, porque los otros dos trenes con Madrid tienen ocho y nueve paradas, lo que hace imposible considerarlos de alta velocidad», había expresado Caballero en marzo con dichas comparaciones sus exigencias de mejor servicio ferroviario para los vigueses. Las críticas surgidas entonces le llevaron a matizar al día siguiente, asegurando no querer perjudicar a ninguna localidad, pero sí defender lo que entendía es necesario para Vigo.
Con la nueva configuración horaria y de ruta, Vigo contará con trenes de alta velocidad a las 6.00 horas y cuyo viaje durará 3 horas y 50 minutos hasta Madrid; un Avlo -bajo coste- a las 9.44 (4 horas y 24 minutos); un AVE a las 13.37 horas (4 horas), y otro tren rápido a las 17.25 (3 horas y 55 minutos de duración).