Diez religiones conviven en la ciudad del olivo

Pedro Rodríguez Villar
Pedro Rodríguez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

CARLA BERNARDEZ

En Vigo hay 42 templos no católicos, de los cuales 25 son evangélicos y cinco budistas. Los musulmanes dicen que la ciudad es «un ejemplo de integración para otras zonas de España» y un sacerdote anglicano destaca la labor social de su pequeña comunidad

06 may 2025 . Actualizado a las 01:38 h.

El verano pasado, un informe elaborado con los datos de los barómetros del CIS de los últimos once meses indicaba que casi el 84 % de la población gallega dice no practicar ninguna religión. De ese 16 %, la mayoría son católicos, pero cada vez hay más fieles de religiones minoritarias. La última actualización del Observatorio del Pluralismo Religioso en España registra en Vigo 42 templos de distintas fes. Los más numerosos son evangélicos (25), seguidos de budistas (5), testigos de Jehová (3), ortodoxos (2), adventistas (2), gnósticos (2), musulmanes (1), mormones (1) y anglicanos (1). Las diez religiones conviven actualmente en una urbe que tiene el olivo, símbolo de la paz, como emblema.

La confesión que más crece es la evangélica, que se consolida como el culto minoritario más importante de la ciudad debido, en parte, a la inmigración proveniente de Latinoamérica. De hecho, está en marcha la construcción del mayor templo que está religión tendrá en Vigo, en la parcela ubicada en el número 73 de la Estrada Vella de Madrid. El inmueble será la sede de la Congregación Cristiana en España, una iglesia que es originaria de Brasil y que no ha parado de crecer en sus más de 30 años de historia en la ciudad. Supone una inversión de 367.686 euros, gracias a las aportaciones anónimas de sus miembros, pero también al apoyo económico de la casa madre, que se encuentra en San Paulo.

El sacerdote anglicano, Francisco Javier Alonso
El sacerdote anglicano, Francisco Javier Alonso M.MORALEJO

Una de las comunidades más pequeñas es la anglicana. La confesión cristiana establecida oficialmente en Inglaterra desde el siglo XV tiene su hogar en una pequeña iglesia en Travesía de Vigo. El pastor de la parroquia, que forma parte del arzobispado de Canterbury (Reino Unido), es el vigués Francisco Javier Alonso. ¿Cómo se convierte un vecino de la ciudad en anglicano? «Pues es una historia larga», responde con una sonrisa. Él siempre colaboró en su parroquia católica, pero nunca había sentido que quería ser sacerdote. En los años 90 ya ejercía de psicólogo y participaba en un programa de radio. «Un día se puso en contacto conmigo la madre de una chica de 17 años que me escuchaba siempre. Se estaba muriendo por un cáncer y la fui a visitarla al hospital», cuenta. Estuvo al lado de ella y su familia hasta que falleció tres meses después. «Recuerdo que, cuando murió, su madre me dijo que le diera una razón para seguir viviendo. Yo no sabía qué decirle. Solo me salió darle un abrazo», cuenta.

Después de conocer a esa chicha, Francisco, que ya estaba casado, decidió comenzar a estudiar teología. Fue formándose y sintió que quería ser sacerdote cristiano. En ese momento, ya tenía hijos así que decidió ordenarse en la ortodoxia y en 2009 fue nombrado sacerdote. Estuvo un tiempo ejerciendo, pero no se terminaba de sentir cómodo. Pidió la excardinación voluntaria y lo dejó. Poco después, de imprevisto, conoció el anglicanismo y consiguió ordenarse en la religión. Fue en 2010 cuando iniciaron con la comunidad Iglesia Episcopal del Poderoso Salvador en Vigo en la que cuentan con cerca de 50 fieles. «Somos una pequeña familia que se ayuda y se debe a los demás». Cada domingo, antes de la misa de las 11.00 horas dan comida a familias en riesgo de exclusión.

La comunidad musulmana de Vigo
La comunidad musulmana de Vigo

Los musulmanes también han encontrado su espacio propio en la ciudad. La comunidad la integran 4.000 personas, la gran mayoría proceden de Marruecos y Senegal, y tienen su lugar de rezo en la avenida Gregorio Espino. «La convivencia que tenemos aquí es un ejemplo para exportar a otras zonas de España», destaca el portavoz del centro, Abderrahim El Aziri. Incide en que nunca han tenido problemas, tampoco ahora que el «discurso antiislámico» está más presente e insiste en que «los gallegos son un pueblo que tuvo que migrar en muchos momentos y que está acostumbrado a convivir con muchas culturas. Son abiertos y nos acogen», indica. Además, insiste en que «los musulmanes de nuestra comunidad también son ejemplo de convivencia e integración». Él, de alguna manera, es uno de los ejemplos. Lleva en Vigo más de 30 años, «mis hijos nacieron en el hospital Xeral» y su vida está en la ciudad. «No la cambiaría por nada. Estuve en Rusia, Dubái, Turquía, China y no hay lugar mejor que Vigo», destaca. Además, recuerda que varios miembros de su comunidad han abierto comercios que hacen y dinamizan los barrios.

El obispo mormón, Iago Souto
El obispo mormón, Iago Souto M.Moralejo

Otra religión que en Vigo tiene su propia iglesia es la de los mormones, o, como ellos se denominan, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Tienen un templo para 600 fieles en Alcabre. Ahí se reúnen los dos «barrios» mormones que hay en la ciudad y que congregan cerca de 800 personas entre los dos. Uno de sus obispos es Iago Souto, un pontevedrés que encontró en esta religión «su manera de ser feliz y conectar con Dios». Con 24 años no creía ni iba a la iglesia. «Me metía en problemas, no tenía una buena relación con mis padres y no sabía qué hacer en la vida», cuenta. Un día se encontró a dos misioneros mormones que le hablaron de esta religión y decidió probar. Encontró su hogar «pese a la oposición de la que era mi novia, que me dejó, y mis padres». Decidió seguir adelante y encontró en la iglesia mormona un hogar y, también, a su mujer, una uruguaya que se mudó a Vigo. Ahora, nombrado obispo tiene la «responsabilidad» de cuidar de toda su comunidad.

Iago Souto cuenta que su comunidad va creciendo con migrantes que llegan de Latinoamérica y con otros vigueses que, como le pasó a él, encuentran en esta religión su lugar.