El arte retrata en Vigo el miedo femenino: «Avísame cuando llegues a casa»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

Alejandra Pardo, que expone en la sala Apostrophe, propone al público retratar rincones oscuros de la ciudad

26 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Avísame cuando llegues a casa es el título del proyecto visual en el que trabaja desde hace varios años la artista Alejandra Pardo (Santiago, 1997). La nueva entrega de esta serie, Solo era un piropo, se muestra ahora en la sala Apostrophe de Vigo (Plaza Elíptica), acompañado de una propuesta para el público. La autora invita a fotografiar un rincón oscuro de Vigo, donde se pueda sentir vulnerable cualquier persona, pero en especial las mujeres. La imagen hay que llevarla a la galería impresa en formato A4. El plazo acaba el lunes, 31 de marzo, y se expondrán en la sala viguesa a lo largo del mes de abril.

Sobre su trabajo, Alejandra Pardo explica que sus obras son paisajes nocturnos «con un cierto aire tenebroso e inquietante, con los que desde una perspectiva de género, reflexiono sobre cómo el hecho de estar sola por la noche, siendo mujer, puede crear una sensación de incomodidad, porque es un escenario asociado en el imaginario colectivo a la violencia sexual, desde las noticias hasta las advertencias de familiares, incluso experiencias propias de acoso y de miedo que van reforzando ese tipo de temores a ciertos escenarios.

La muestra se completó con un recorrido temático en Divergente Espacio de Arte (Colón 7, galerías), del que partió una ruta temática por los rincones «inquietantes» de Vigo para explorar la obra de Pardo. La artista añade que «aunque no te esté pasando nada, el hecho de ser mujer significa que puede pasar algo, y condiciona toda la experiencia de vivir en el espacio público, de pasear e incluso de acceder al ocio o a ciertos empleos nocturnos».

La muestra se compone de varias series, la más reciente, en Oporto, donde hizo un máster en la Facultad de Bellas Artes con especialidad en dibujo. «Son piezas con una estética más fotográfica, estuve experimentando al dibujar encima de las fotos», explica la artista, que estudió Bellas Artes en la facultad pontevedresa de la Universidad de Vigo.

Sobre su proceso de trabajo explica que suele ir con su cámara en la ciudad en la que esté viviendo en ese momento. «El proyecto empezó en Pontevedra, en el último año de Bellas Artes, luego en Santiago y después en Oporto. Y simplemente, doy paseos nocturnos, normalmente por sitios por los que suelo ir, porque a pesar de esa estética tenebrosa, no me meto en ningún sitio raro, son lugares por los que paso de forma habitual y que por el día no crean ningún tipo de incomodidad. A partir de ahí selecciono las fotografías en las que mejor se refleja lo que quiero contar y a partir de ellas las intervengo de distintas maneras».

A la hora de abordar su propuesta para Vigo, reconoce que ha estado poco por la noche, «pero supongo que será más o menos en todas las ciudades. Seguramente tenga el centro más iluminado, pero también me han comentado, por ejemplo, que la zona de Príncipe, cuando oscurece, se cierran las tiendas y deja de haber gente, suele ser bastante siniestra». Pero la autora insiste en que no quería reflexionar únicamente sobre el centro de las ciudades, sino también sobre la periferia, «que suelen estar peor iluminadas donde en ciertas zonas, no va a haber gente. Por tanto, caminar por ahí siempre va a ser una experiencia más».