
Abileymin puede quedarse en la calle al terminar su estancia en un hostal y se expone a perder la custodia
22 mar 2025 . Actualizado a las 23:56 h.Abileymin Yovera tiene 35 años, dos hijos de seis y ocho años y miedo a quedarse en la calle y que le quiten la custodia de los niños. El Concello les ha facilitado un hostal y su marido ha conseguido un empleo. Pero la ayuda de alojamiento se agota y aún no han cobrado el primer sueldo por lo que no pueden buscar otro lugar donde vivir. Por eso reclama que le prorroguen la ayuda hasta que puedan tener una independencia económica. Abocada a la calle, perdería a sus hijos.
«Pase lo que pase, no voy a dejar a mis hijos», afirma con determinación. Llegó a Vigo hace apenas un mes con su familia, tras un año en Andalucía. La familia huyó de Venezuela tras recibir amenazas. Abileymin empezó a trabajar como periodista al terminar sus estudios universitarios y, según relata, tanto ella como otros miembros de su familia fueron objeto de intimidaciones y amenazas. En España, su periplo comenzó en Málaga y luego en Córdoba, donde no lograron encontrar estabilidad. «No pudimos ni empadronarnos. En Córdoba nadie nos dio trabajo», lamenta. Su marido trabajó en la recogida de aceituna, pero nunca llegó a cobrar. El salto a Galicia fue una decisión meditada. «Este entorno es más tranquilo, ideal para criar a mis hijos y para que mi hijo pueda desarrollarse», explica. Su hijo mayor, de 8 años, padece autismo y necesita una atención especializada. «Evalué instituciones y vi que la Fundación Menela podría ser adecuada. Ya estoy en contacto con la trabajadora social y siguiendo las pautas para presentar una solicitud», cuenta esperanzada.
Sin embargo, la realidad ha sido dura. Al llegar a Vigo, no tenían nada. El Ayuntamiento les ofreció alojamiento de emergencia: ella y los niños fueron ubicados en un hostal; el padre, en un albergue. Pero esta ayuda es temporal.
Empleo
Su marido ha conseguido empleo como operario de mantenimiento hace apenas 15 días. Aún no ha cobrado su primer sueldo. No tienen ingresos demostrables, ni avales, ni nóminas suficientes para acceder a un alquiler. «Nos piden un seguro de impago, dos nóminas o fiadores. No tenemos nada que pueda acreditar solvencia aún. Solo necesitamos un poco más de tiempo», suplica Abileymin. Pide que se les permita permanecer en el hostal con una ayuda parcial del coste, mientras se estabilizan económicamente.
La madre contactó con la Federación de Vecinos Eduardo Chao a través del ropero solidario que gestiona en la asociación de vecinos de Freixeiro. Óscar Álvarez, uno de los responsables de la federación, se ha comprometido a acompañarlos en este proceso. «Toda persona que entra por la puerta, la vamos a ayudar», dice. Sobre este caso, critica que desde los servicios sociales del Ayuntamiento intentan que regrese a Andalucía. «No se debe ir de Vigo, teniendo aquí a su marido trabajando y los niños a punto de empezar el colegio», afirma.