
El Concello de Vigo sanciona a la promotora por incumplir las medidas de seguridad y exige garantizar la estabilidad del terreno en el Barrio do Cura
14 mar 2025 . Actualizado a las 09:14 h.Han pasado 16 meses desde que un desprendimiento de tierras obligó a desalojar a dos familias de O Berbés, pero la preocupación de los vecinos sigue vigente. Las obras en el Barrio do Cura están en marcha y los afectados denuncian que aún no hay garantías de que el talud sobre el que trabaja la maquinaria sea estable, lo que incrementa el miedo a un nuevo derrumbe.
Teresa, una de las vecinas afectadas, vive en un edificio de más de cien años que comparte con su hermana y su sobrina, en el número 33 de la calle San Francisco. Recuerda con angustia la madrugada del 26 de octubre de 2023, cuando el deslizamiento de tierras cubrió parte del patio de su vivienda. Desde entonces, afirma, la incertidumbre no ha cesado. «El problema es que en estos momentos siguen ejecutando las obras, mientras que nosotros no tenemos seguridad de que el talud sea estable y no se nos venga abajo con todo lo que hay ahora», explica. «El peso que está soportando el talud es diferente a lo que había antes porque ahora hay un montón de maquinaria trabajando en la zona. Si ya teníamos dudas, ahora tenemos mucho miedo», afirma esta vecina de O Berbés.
Según Teresa, en su momento el Concello exigió a la promotora medidas de seguridad urgentes antes de continuar con la ejecución del proyecto. Sin embargo, asegura que a día de hoy desconoce si se ha realizado un cálculo técnico que garantice la estabilidad del terreno: «Nosotros solo queremos un informe que demuestre que el talud es estable, con cálculos, o que se tomen las medidas definitivas que el Concello les obligue a realizar. Así podremos volver a vivir tranquilos».
También denuncia que, a pesar del tiempo transcurrido, aún quedan restos del corrimiento de tierras en el patio de su edificio. «Lo que hay es un cúmulo de barro enorme con vegetación por encima, y no lo han retirado todavía», señala. Explica que ya se ha rechazado un recurso de reposición presentado por la promotora y que se ha impuesto la primera multa coercitiva, aunque considera que la sanción económica es insuficiente. «Nos da igual que los multen, lo que queremos es seguridad», enfatiza.
Recientemente, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha impuesto una multa coercitiva de 2.000 euros a la promotora por incumplir la orden de ejecutar obras urgentes destinadas a estabilizar el talud, según informa esta propietaria. Esta sanción se produce después de que, en octubre de 2023, se ordenaran medidas de seguridad que fueron reiteradas en enero, abril y septiembre de 2024 sin que se llevaran a cabo las actuaciones requeridas. El Ayuntamiento ha advertido que, de persistir el incumplimiento, se procederá a la ejecución forzosa de las obras necesarias para garantizar la seguridad de las personas y de las edificaciones cercanas.
La medida busca responder a las inquietudes de los residentes, que han manifestado su temor ante la posibilidad de que el talud se venga abajo y cause daños irreparables, especialmente durante jornadas de lluvia intensa o debido a las vibraciones generadas por la maquinaria de las obras en curso. La empresa, previo al inicio de las obras, tomó fotografías de las viviendas que se pueden ver afectadas, con el objetivo de poder evaluar posteriores daños.
El miedo de los vecinos aumenta con cada día de lluvia y con las vibraciones que generan la obra. «Cada vez que están picando, vibra todo, y tememos que el material del talud se venga abajo. Cuando llueve mucho también sentimos angustia porque pueda pasar algo», relata.
Teresa afirma que la zona ya sufrió un derrumbe en el pasado, según la documentación que dispone. «En 1947 el talud se cayó y hubo dos muertos. Mis abuelos compraron esta casa en 1955, pero el edificio ya tenía planta baja y primer piso, es una construcción antigua con vigas de madera». Es por ello que teme que un nuevo deslizamiento ponga en riesgo la estructura del inmueble. «No es un edificio moderno, cualquier impacto podría ser fatal», advierte.