
Fallece Juan José González, investigador del Centro Oceanográfico de Vigo y uno de los mayores expertos en contaminación marina de España
11 mar 2025 . Actualizado a las 19:06 h.La comunidad científica de España, especialmente la gallega, está de luto. La muerte del investigador Juan José González Fernández supone la desaparición de uno de los mayores expertos en contaminación marina que ha tenido el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Así lo ha entendido el CSIC, que destacó este fin de semana su figura: «Gran y entrañable oceanógrafo químico, su forma de trabajar creó escuela entre todos sus colaboradores, siendo un referente profesional para las siguientes generaciones».
Nacido en 1940, González empezó a trabajar en el IEO en 1973. Fue profesor de la Facultad de Química de la Universidad de Santiago de Compostela durante unos años, justo antes de comenzar su singladura en el Centro Oceanográfico de Vigo. A partir de 1985 enfocó su trabajo en la contaminación marina y su impacto ambiental, su gran especialidad. Llegó a ser el jefe del programa de contaminación marina del IEO y asumió la dirección de Centro Oceanográfico de Vigo en dos ocasiones: la primera, de 1989 a1991, de manera colegiada con Javier Pereiro, José Iglesias y Sergio Iglesias, y la segunda vez, temporalmente de julio del 2007 a mazo del 2008.
Sus compañeros en el IEO destacan su involucración personal en la puesta en marcha de programa de vigilancia de la contaminación de las costas españolas para el cumplimiento de convenios internacionales como el Ospar. «Hay que agradecer a Juan José su visión de futuro al luchar para que el IEO estuviese totalmente implicado en las estrategias marinas españolas desde los primeros momentos de su puesta en marcha. Hoy en día, más de 150 investigadores y técnicos de la institución participan activamente en el desarrollo de proyectos».
Es muy recordada su participación en el seguimiento químico de varios casos de contaminaciones masivas accidentales, buena parte de ellos en la costa gallega: el Casón (1987), el Mar Egeo (1991), Aznalcóllar (1998) y el Prestige (2002). Sobre este último, confesó a La Voz de Galicia que dudaba de que los Gobiernos hubiesen aprendido la lección de aquella catástrofe. «Faltaban barreras oceánicas. ¿Las hay ahora? No. Faltaban barcos succionadores. ¿Los tenemos ya? No», alertó solo un año después.
El investigador siempre defendió la rigurosidad tanto en la toma de muestras como de los análisis que llevaban a cabo él y su equipo. Su actividad fue muy prolija: impartió más de 150 conferencias, seminarios, cursos o másteres, fue autor de decenas de artículos científicos y de capítulos en ocho libros, profesor asociado de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Vigo y miembro del consejo rector de la Axencia Galega de Emerxencias. También participó en campañas oceanográficas nacionales e internacionales con más de 800 días de mar.
Un de los temas que más preocupó a Juan José González fue el de los rellenos. Hizo decenas de informes únicamente sobre temas relacionados con dragados de puertos y alertaba sobre la urbanización creciente de las rías. Lo hizo con honestidad, sin ocultar que la polución de otras zonas del Cantábrico como Asturias y el País Vasco era superior a la de Galicia, pero denunciando también la presencia de auténticas cloacas (metales pesados en la ensenada de San Simón). Una vez se asustó viendo un plano del puerto de Vigo en 1912: se le había ganado tanto espacio al mar y veía tantos lugares infrautilizados en los muelles...
El científico, como recuerda el CSIC, tenía una fuerte personalidad, pero atendía con cercanía los problemas de los demás y «tenía una especial ternura con los niños y se hizo respetar como investigador y querer profundamente como persona». Su recuerdo y el efecto de su trabajó perduró desde su jubilación en el 2010.