El restaurante Xantana de Vigo, que cerró en Navidad por las luces, anuncia su despedida definitiva por jubilación

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El próximo 15 de marzo será el último día de actividad, y ya tienen relevo: «Vendrá un equipo de cuatro personas, con dos cocineros con una fuerte herencia mediterránea, sobre todo de Italia», cuenta Guillermo Herrero

08 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hemos considerado que después de muchas vicisitudes, y también como no, estas Navidades, y las próximas, y este modelo de hacer que se ha instaurado en Vigo, y sobre todo, que yo ya soy muy mayor, que ha llegado el momento de parar», anuncia Guillermo Herrero. El propietario del restaurante multicultural Xantana junto a su mujer Ana Valença, sorprendía unos días después del encendido de las luces de Navidad al decidir cerrar su local para dar cenas y renunciar a la avalancha de gente con la que les sería muy fácil hacer caja. Su local, que está situado a menos de 50 metros de la Porta do Sol, permaneció sin actividad nocturna hasta que el centro de Vigo regresó al modo vida normal, cuando se despidió el montaje navideño.

Herrero cuenta que es una decisión meditada. «Efectivamente, esto se disfruta cuando estás muy cómodo, si no, no se disfruta tanto. Y ha llegado un momento en que no estamos tan cómodos», razona. Asegura que el restaurante va bien: «Sí, sí, claro, pero nosotros no somos como Nadal, siempre pensamos que es mejor dejarlo cuando estás bien», señala con el humor que caracteriza al empresario y cocinero de 69 años y toda una vida dedicada al sector.

El próximo 15 de marzo será el último acto en Xantana. Pero de paso, anuncia ya que un «nuevo y brillante equipo de profesionales ofrecerá su proyecto en el espacio que Ana y yo hemos ocupado durante estos casi 18 años». Guillermo dice que le molesta utilizar palabras jurídicas como traspaso, «prefiero hablar de relevo. Y vendrá otra gente, un equipo de cuatro personas con dos cocineros con una fuerte herencia mediterránea, sobre todo de Italia», avanza. La pareja agradece a su clientela haberles «comprendido y motivado» y reflexionan sobre el futuro: «Parece que vencerán las app's y será derrotada la vieja escuela de esfuerzo en los fogones y oficio en la sala. O quizás no. Los que nos conocimos en la Senda de los Elefantes de los 70 y 80, nos reconoceremos a pesar de las arrugas. Gracias, salud y República», se despiden, desde el recóndito callejón frente al lateral del Teatro Afundación donde elaboran platos de lugares exóticos del planeta.