La obra «A familia» de Buciños vuelve a Vigo con un refuerzo «casi indestructible»

VIGO CIUDAD

El artista finalizó la reparación, tras ser destrozada por unos turistas portugueses que fueron condenados, y espera el aviso del Concello para su colocación
21 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En Vigo, la familia tradicional no encuentra acougo. Que se lo pregunten si no a Manuel García Vázquez, Buciños, el artista autor del grupo escultórico A Familia, compuesto por cuatro piezas figurativas en bronce dispuestas en dos grupos sobre un banco de granito. «Estas representan a una familia tradicional, compuesta por una madre, un padre, la hija y el hijo», se explica en la web del Concello. La obra, de propiedad municipal, fue encargada al escultor lucense como remate en el 2019 de las obras de humanización de Via Norte, donde se ubica esta pieza, haciendo esquina con Urzaiz.
En abril del 2022 la obra amaneció destrozada. Tras las pesquisas policiales, fueron detenidos dos turistas portugueses, acusados de arrancar las piezas que los investigadores hallaron en el hostal en el que estaban hospedados, y tras el juicio, condenados al pago de 10.800 euros.
Resultaron dañadas las figuras de los niños, gran parte de la de la madre y el brazo del padre. El grupo fue restaurado e instalado de nuevo casi un año después, en marzo del 2023. En agosto de este año, desaparecían del conjunto la obra la hija y unos meses después, la madre, pero en esta ocasión fue el propio Concello quien las retiró para que Buciños las reparase.
El autor, que reside en Ourense desde niño, explicaba ayer a La Voz que acaba de finalizar el proceso y están en su taller a la espera de ser devueltas a Vigo: «Antes tenía tres puntos para unirla con la piedra y ahora le metí cinco más fuertes y un agarre más profundo que va enterrado, pegado a la piedra. Ahora para arrancarla es mucho más difícil aunque la otra vez se la llevaron cortándola por un brazo, empezaron a darle tirones y la rompieron. Es una cosa delicada, pero ya está, la terminé ayer».
El artista espera que ahora el grupo escultórico esté más protegido pero por experiencia, tampoco se fía mucho: «No es indestructible, pero casi. Desde luego, ahora nadie se la podrá llevar tirando de ella, pero a mi ya me quitaron una que pesaba 200 kilos y se la llevaron una desbrozadora, la cortaron y apareció en un chatarrero a trozos», recuerda.
Buciños explica que ya ha llamado al Concello para que le avisen cuando puede llevar las piezas en un traslado que requiere de cuatro o cinco personas y ellos me ofrecen esa ayuda porque pesa mucho, más de cien kilos cada figura», indica.
El artista de 88 años que lleva 70 haciendo que esculturas, cuenta desde su estudio, rodeado de cerca de 300 obras, que el proceso ha sido «muy latoso, hubo que fundir lo que faltaba y para hacerlo, primero modelarlo con lo que existía, romper un brazo, romper una mano, romper un pie.... Y adaptarlo ahora, con la pieza allí, a lo que era antes. Y luego sacarlas, fundirlas, soldarlas y luego, igualarlas con la pátina. Eso muy difícil porque el bronce no todo es igual, desde que se fundió, el metal cambia e igualar el color con los ácidos es complicado», reconoce Buciños, que sigue trabajando «en muchas cosas, pero no de ese tamaño ni para el exterior no. Estoy haciendo bastantes ideas mías para exponer, que me apetece hacer y que tengo aquí en el taller», cuenta.

Las esculturas de Vigo colocadas en la vía pública tienen habituales problemas de supervivencia. El caso más flagrante es la del vendedor de periódicos en la calle del Príncipe, que ha sufrido incontables ataques y robos de su periódico. El Concello ya no la repara. Es un señor que apunta con el dedo al cielo: El hombre que señala a las estrellas.