La pareja acusada de incendiar dos autobuses de Vigo con artefactos caseros afronta hasta 20 años de cárcel y medio millón de euros de indemnización

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

Uno de los autobuses, un híbrido eléctrico, fue devorado por las llamas sin que la conductora y supuesta cómplice hiciese nada por apagarlo

15 feb 2025 . Actualizado a las 00:19 h.

La pareja acusada de causar dos incendios con artefactos caseros en dos autobuses de Vitrasa en Vigo la víspera del 1 de mayo del 2023 afronta hasta 20 años de cárcel. En el caso de la mujer, que trabajaba de chófer de uno de los buses, se enfrenta a diez años de cárcel porque solo estuvo, supuestamente, involucrada en un incendio y su pareja a un total de 20 años, porque participó en dos actos vandálicos. Además, la Fiscalía solicita casi medio millón de euros en pagos de indemnizaciones porque uno de los buses, que era un híbrido eléctrico, quedó calcinado.

El juicio, aún sin fecha, se celebrará en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo.

Los actos de vandalismo fueron en vísperas del festivo del Día del Trabajo, 1 de mayo, en una época muy tensa porque los empleados de Vitrasa tenían conflictos laborales con la empresa, inmersa en una huelga.

El hombre, sin antecedentes penales, viajaba como pasajero al filo de las diez de la noche del 30 de abril dentro de un bus de la marca Mercedes que cubría la línea C-3, propiedad de Vitrasa.

El acusado actuó cuando circulaba a la altura del número 192 de la calle Tomás A. Alonso, cerca de Bouzas, con nueve pasajeros, algunos de ellos de edad avanzada, con las limitaciones que ello conlleva y sin tener en cuenta el riesgo que representaba para ellos. En ese momento, presuntamente,  usó un artefacto incendiario casero, compuesto por una bolsa con material combustible impregnado con gasolina como elemento acelerador de la combustión. Lo colocó debajo de un asiento en la penúltima fila al que prendió fuego, para luego acto seguido dar un grito de «fuego».

El conductor frenó rápidamente y abrió las puertas. El supuesto vándalo huyó del lugar, sin que el fuego se extendiese demasiado debido a la intervención del conductor, que lo apagó con un extintor. Los daños causados al autobús ascendieron a 4.673,34 euros.

El segundo incidente fue unos minutos más tarde pero a varios kilómetros de distancia. El acusado subió al autobús Volvo que cubría la línea A-4, y que conducía su pareja sentimental. Según la Fiscalía, ambos previamente habían concertado un acto vandálico. El pasajero usó un artilugio similar que volvió a colocar debajo de un asiento del penúltima fila del lado del conductor. En el momento en que el bus llegaba, casi a las once menos cuarto de la noche,  a la parada central de la calle Urzaiz con Colón, conocida como La Farola, le prendió fuego. El implicado se apeó rápidamente del bus, lo mismo que hicieron la única pasajera que viajaba en ese momento y la conductora procesada. El bus, un híbrido eléctrico, quedó calcinando completamente.

El fuego se extendió a varios elementos del mobiliario urbano pero sin afectar a los peatones. El valor de aquel autobús ascendió a 423.183,22 euros.

La Fiscalía los acusa de dos delitos de incendio intencional con peligro para la vida de las personas. Responde por ambos delitos el hombre y su pareja, la conductora, como cooperadora necesaria.

El implicado se enfrenta a dos penas de diez años de prisión y su pareja a una de diez.

En cuanto a la responsabilidad civil, la Fiscalía pide que el demandado indemnice a Vitrasa 4.673 euros por los daños en el primer autobús y ambos procesados, solidariamente, con 423.183,22 euros por la destrucción del segundo autobús.